domingo, 12 de julio de 2009

¿Quién habla por Guatemala?

Depende del momento. En Naciones Unidos habla el embajador de Guatemala en esa instancia. Frente a los gobiernos constituidos, el país tiene también diplomáticos que hablan por Guatemala. Frente a las instancias menores como la OEA y al Sistema de Integración Centroaméricana, los presidentes y representantes toman el liderazgo correspondiente.

En toda esta enumeración de voceros, la pregunta que surge es “quién designó a Chávez como vocero de los asuntos internos de Guatemala”. El 10 de julio el Presidente de Venezuela Hugo Chávez dijo: "Me consta que hay en marcha un plan golpista contra el presidente guatemalteco (Álvaro Colom). Están buscando que militares de Guatemala sigan el patrón de Honduras".

Chávez anuncia que en Guatemala el Ejército promueve un golpe de Estado. Eso amerita plantear una queja por parte de la Cancillería de Guatemala ante la OEA por lo que se considera una ofensa a la dignidad de las instituciones del país. ¿Le solicitó el Presidente Colom esa declaración? Si el no lo aclara se pensará que así fue.

Es grave el problema que le causa internamente a Álvaro Colom esta declaración. Porque la “solidaridad” de Hugo Chávez es la fórmula mas segura para asustar a las instituciones democráticas. Dicho en el lenguaje de Chavez: “Colom, amigo el bocón esta contigo”. Eso en lugar de ayudar a la estabilidad de Guatemala, puede ser motivo de inestabilidad para el gobierno.

Feliz termómetro de lo que causa nerviosismo en Guatemala es Chávez. Queda claro en la respuesta de CACIF al recoger el guante de Chávez. ¿Qué hace el sector privado del país hablando por el Presidente, por la Cancillería y aun por el Ejército de Guatemala? Fue un desafortunado desliz. Uno casi del tamaño de la imprudencia de Chávez. Claro, como guatemaltecos todos podemos recoger el guante, pero ¿fue prudente que el sector privado de Guatemala lo hiciera?

Por otro lado, el Presidente Colom, hasta ahora, sólo ha evadido el problema político, reconociendo la solidez institucional del Ejército de Guatemala. Pero eso equivale a contestar el insulto a mi familia, felicitando a mis sobrinos en la cocina. Entre personas, quizá sea válido, no así entre Estados. Guatemala esta inserta en la vida diplomática y no puede permitírsele a mandatario alguno dar declaraciones de lo que sucede o no en nuestro país. Debe quedar constancia de las consecuencias. Eso es parte del prestigio del Estado de Guatemala.

Pero lo dicho por Chávez amerita mucho más que un intercambio de notas a nivel de cancillería. El principio de proporcionalidad sugiere que corresponde hablar al Presidente Colom, en tanto es otro jefe de Estado el que se ha pronunciado, denigrando a instituciones del país. Esta ofensa o provocación, exige que el presidente Colom responda proporcionalmente. ¿Nimiedades diplomáticas? No. Son responsabilidades que van con el puesto, que no deben extrañarle a alguien que por 12 años se convenció que estaba preparado para gobernar. El Presidente Colom no puede guardar silencio internacional sobre este tema.

De nuevo, el elefante entró a las cristalerías del vecindario, sin la motricidad fina de un mandatario. Un típico caso de chabacanería política, sin la altura, ni la moderación del solio presidencial. ¿Olvidó Chávez que es presidente y cree poder “cantinflear” sin consecuencias en política exterior? Nada raro en él. El punto es, que no lo olvide también el Presidente Colom. ¿Recuerda Chávez los improperios que dirigió al Secretario General de Estados Americanos cuando le juzgó de “intromisión” en Venezuela? A las palabras de Chávez sobre Guatemala, nada mejor que recetarle su verborrea contra el señor Insulza, de Jefe de Estado a Jefe de Estado.

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