lunes, 15 de febrero de 2010

Los científicos sociales le temen a lo que no pueden controlar


Olvidan circunstancias y confunden conceptos” sentenció Edelberto Torres-Rivas, refiriéndose a Proreforma, proyecto de reforma constitucional, en la tradición nomotética. Abismal diferencia entre concepciones de las ciencias sociales se hallan en el fondo. Uno puede ripostarle, “complican circunstancias en una orgia de conceptos”. 
Considera la visión ideográfica o poli causal, que la “complejidad histórica es superior a la simplicidad”,  agregamos, de lo que además es evidente. Así, la afirmación nomotética, “la escasez produce alza de precios”, no les es suficiente. Debe invocarse la sequia en tal lugar, también el fenómeno del niño, el alza en los combustibles y el paro del transporte. Información “interesante” –-no valiosa— de fenómenos que “adornan” la escasez pero no reducen los precios.
No se puede continuar con “la superioridad del lo ideográfico” (complejidad histórica) “frente a lo nomotético” (simples reglas que nacen de la experiencia), porque seguiremos siendo pobres. Afición a enredarse en asuntos que no podemos controlar ni resolver y a olvidarnos de los que si debemos cambiar. Por ello, creen que “las ciencias sociales solo describen lo que es”, importando poco que eso no otorgue viabilidad a sus aportaciones, cuando deberían estar enderezadas al estudio de lo que sucedería si ciertos hechos no fuesen lo que son.
Es falso que “la civilización se basa en la eliminiación de la ignorancia”, porque esta es mayor de lo que ingenuamente admitimos. Es ilusión que “en corto tiempo desaparecerá la limitación al conocimiento”, cada paso a la orilla del mar de la ciencia, ignora que a tus pies se halla el vasto e insondable océano (I. Newton).
Arrogase entonces, el poder para alcanzar “el conocimiento exhaustivo que garantiza certezas mayores”, cuando el conocimiento disperso es mucho mayor que aquel del que disponemos. La ilusión sinóptica de “conocimiento ordenado, explicito y claro” solo puede diseñarse a costas del infinito cúmulo de fenómenos que ignoramos.
Por ello, exigen “aplicar la duda radical del racionalismo a las cuestiones de orden social y moral”, cosa que Descartes mismo no hizo. El se interesó únicamente en establecer criterios de certeza para las proposiciones. En cambio se aduce que “es posible estructurar la sociedad según el modelo del organismo humano de Hobbes”, opción que hace de los conglomerados entes que deciden. La Escuela Austriaca afirma  lo que no requiere abstracciones ver, aceptar que es el hombre quien actúa, intercambia o escoge y los conglomerados sociales se atienen a lo que deciden las personas reales.
Se cree que si “las instituciones no han sido diseñadas, son irracionales”, ¿Quién diseñó la moneda, la moral, el lenguaje, la fe y el derecho? Tal conclusión, en si misma, peca del simplismo que denuncia. Asume que “la norma inconsciente no es confiable”, cuando ignorar su origen pesa sobre el sujeto que ignora y ello no la hace menos racional. Argüir “la superioridad del conocimiento”, no toma en cuenta que la tradición no es contraria a la razón.
Por eso, estimar que “el enfoque evolucionista de lo social es irracional”, desconoce el valor educativo de los hábitos en los que tal enfoque se basa.  Creer que “no hay nada superior a la razón” es desdeñar las lecciones que vienen de los antepasados. No es tal que “solo la razón explica el fenómeno social”, este haya en el proceso evolutivo mejor explicación de las relaciones complejas de las ciencias sociales, lo cual subyace en la Escuela Austriaca.
En contraste, se prefiere “como ciencia superior la construcción por diseño de las entidades sociales”, como si dispusiesen del conocimiento para garantizar la felicidad humana. Asumir que “es posible el dominio integral de los concreto” lleva a los austriacos a basarse en postura mas modesta, según la cual la abstracción que generaliza (igualdad para todos) es superior herramienta que la razón que especifica (favores para algunos). Quien “rechaza el orden no previsto (gr. kosmos) y prefiere el orden diseñado (gr. taxis)”, tiene que confesar que nadie ha logrado el desarrollo de instituciones con fines generales por medio de la taxis.
Si como dicen “las instituciones sociales son producto del diseño”, habrá que confesar que el tercer mundo esta lleno de pésimos diseñadores. La preferencia de “lo positivo (thesis) a lo naturalis (phusei)” o espontáneo, ha dejado empobrecedora herencia. Si como se piensa “la sociedad se analiza con el instrumental de las ciencias naturales”, el fracaso de los “científicos” sociales de Guatemala, debe dejar paso a que se pruebe un modelo de ciencia social diferente.
Abominase el “observar, por considerarse mas angosta que razonar”, cuando observación es también difundir, transmitir y desarrollar las prácticas refrendadas por el éxito. Por eso, “la razón produce buenas leyes” creía Rousseau. Es mas, si las quieren mejores dijo, tiren las que tienen y creen nuevas. Deshizo la tradición, la moral y la costumbre agregando “no existen otras leyes que las que los hombres quieran darse” (Rousseau). Los “austriacos” integran a las reglas una visión más modesta.
¿Porqué, se excluye la moral cuando el sistema es supuestamente solidario? J. M. Keynes dijo “no reconocer la obligación moral ni sanción intima alguna”, por el temor a la tradición. Si “el racionalismo constructivista logra algunos objetivos”, será pasando sobre el derecho de las personas, exigiendo cada vez, mayores rondas de sacrificio. No convence entonces “que la organización centralizada es señal de modernidad”, es mejor el blindaje del subjetivismo metodológico de Popper, asumido también por los “austriacos”.
Claro, se llega al punto de decir “Popper ha sido superado”, ¿en cual punto preguntamos? ¿En “falseabilidad vs. ciencia normal y revolución de la teoría” (T. Khun)? Es cierto, pero solo diacrónicamente. Sincrónicamente ¡NO!  La falseabilidad esta vigente aun, en el análisis puntual, como antídoto, además, del dogmatismo cientista. Ni siquiera T. W. Adorno descalificó a Popper en este sentido (cp. T. W. Adorno, “Sobre la lógica de las ciencias Sociales” (1976). De modo que “la superioridad científica” de quienes se oponen a los austriacos es mera arrogancia y se explica mejor como diferencia metodológica.
Por eso decía Adorno, al unísono con Popper, es falso que “los métodos dependen del ideal  metodológico”; dependen de la cosa que se estudia. Es decir, el problema del hombre, como sujeto libre, en cuanto a lo que le coarta, le enriquece o como éste escoge.
La Escuela Austriaca cree, con modestia, que todos tenemos conocimiento imperfecto y por eso ninguna persona o buró puede disponer de la vida, tiempo y recursos de todas las personas con excesiva laxitud. Así mismo, estima que la simplicidad de lo evidente es más útil para desarrollar un país que la complejidad de lo rebuscado. Al fin de cuentas, la explicación de las causas de la pobreza, aplicada a cada país del continente, no ha servido de nada para sacarlos de ahí. Ni siquiera en donde tales explicaciones han llegado al poder, pues sólo disfrazan y reubican la pobreza. 

lunes, 8 de febrero de 2010

Consideraciones sobre el dato duro de las Ciencias Sociales

1. Las ciencias sociales tienen como dato básico al ser humano, a su libertad, a sus preferencias y a sus acciones.

2. El ser humano deliberadamente actúa para lograr sus fines.

3. El ser humano puede asociarse en grupos para cooperar pacíficamente, siendo las disposiciones del grupo producto de las acciones y preferencias de personas reales que escogen en todo momento si actuar conforme al grupo o no.

4. La psicología del grupo no es la fuente total de la acción humana sino una parte de la más abarcadora moción del ser humano que prefiere (afectos), escoge (voluntad) y delibera (intelecto) al adoptar fines y medios para alcanzarlos.

5. Las acciones del ser humano pueden originarse en algún aspecto de su composición básica (afectos, voluntad, intelecto y conciencia de si mismo), pero para ejecutar lo propuesto, requerirá de todo su ser.

6. Las diversas formas de registrar o analizar la acción humana (historia, estadística, psicología, educación, filosofía, etc.) no sustituyen las preferencias subjetivas del ser humano que escoge fines y los medios para alcanzarlos.

7. La relación entre tradición, hábitos y valores consiste en informar al sujeto que actúa encontrando mayor sabiduría en aquellas instituciones que por el paso del tiempo, la prueba y error, mejor promueven el infinito valor de las personas.

8. La acción humana, así informada, parte de los mas universales intentos, al escoger superar estadios anteriores de incomodidad, acortar esperas, incrementar bienes, maximizar el placer (incluye el ocio) y obviar fatigas (incluido el trabajo).

9. Muchas veces, el ser humano actúa en contra de esas preferencias mas universales, atendiendo a valores que estima mas altos, como vivir con responsabilidad, el respeto a las normas, la convivencia familiar o la fe en Dios.

10. Los juicios de valor son parte intrínseca de la escogencia de cada ser humano y acude a ellos prefiriendo o rechazando fines y medios, afrontando costos de oportunidad, obvios o escondidos, y son tan importantes para la acción humana como los juicios de hecho que describen analíticamente los fines con los que dispone su actuar.

11. Los condicionamientos sociales, políticos, económicos, son limitantes parciales que el hombre siempre tiene la posibilidad de esquivar, haciendo uso de la libertad individual, que es anterior y superior a tales condicionamientos.

12. La posibilidad de predecir es siempre muy limitada y sólo alcanza cierta certeza, cuando se trata de una causa y un efecto (prohibición-obediencia) o de estimulo y reacción (escasez, hambre, cooperación). Es totalmente inalcanzable el “vaticinio”, cuando se basa en visiones abstractas y conservadoras de la riqueza y del mundo natural y se las separa de la acción humana (el hambre de Malthus; la depauperizacion de las masas de Marx; el aumento de la brecha entre ricos y pobres en el que los pobres son cada vez mas pobres y mas numerosos, y los ricos son cada vez mas ricos y menos, según Marx).

13. El método (lit. un camino) para analizar, describir y arribar a conclusiones sanas, en ciencias sociales, depende de la recta observancia de los puntos anteriores.

martes, 2 de febrero de 2010

Por qué se discrepa con la Escuela Austriaca

Quienes se ocupan de asuntos económicos desde el punto de vista tradicional (“main stream economics”) y de asuntos jurídicos en la tradición del derecho continental o romano (main stream law”), conocen la misma historia que los “austriacos” conocemos. Saben que el derecho romano antiguo era ius consuetudinis, que protegía la libertad, la vida y propiedad de las personas, que la libertad y no la igualdad eran la nota central de los filósofos griegos.

Saben que Justiniano se hizo un sistema legal sobre el cual asentar el ímpetu centralizador del poder. Saben que en ese sistema “lex ist quod Caesari placuit”, ley es lo que plugo al cesar, haciendo del emperador juez y parte en asuntos jurídicos; impulsando, en el imperio, una ley a su sabor y antojo, menos clásica y mas imprudente, cuando el imperio ya ni se hallaba en Roma, pues, para el siglo VI, se asentaba en Constantinopla.

Saben que el Papa Gregoria VII “redescubrió” el derecho de Justiniano, en 1073-1085, cuando el partido papista trataba de centralizar el poder de la Iglesia frente a los señores feudales de los pueblos germanos. Saben que eso hizo del mundo un protectorado al cuidado de la Iglesia. Que el derecho de Justiniano, de la iglesia pasó a la Universidad. Mientras, en los pueblos germanos, se practicaba una especie de ius consuetudinis, muy primitivo. En el se respetaba la vida la propiedad y la libertad, aun cuando fuera contrario a los interés del monarca. Ese es el derecho que privo en Inglaterra y no le representó desventaja alguna, sino fue la base de su desarrollo.

Una prueba de eso fue la “Carta Magna” de 1215, cuando los hombres ponen limite al poder discrecional del monarca. Otro ejemplo es la “Revolución gloriosa” de 1688, cuando el parlamento toma poderes plenos y se termina, de manera menos violenta que en Francia, con el gobierno de la monarquía. Entre 1760-1830, Inglaterra vio la revolución industrial que creo empleo en grandes cantidades y cerró la brecha relativa entre ricos y pobres. Dispuso bienes y servicios en masa para las masas. Repartió el ingreso y facilitó el nacimiento de la clase media.

Si esta historia la conocemos todos, ¿por qué “main stream economics and law”, son tan reacios a la libertad? Porque surgió otra interpretación de la libertad. A la vez que se impulsaba esa revolución silenciosa, en Inglaterra, marcada por el derecho y el respeto al ser humano, los estridentes franceses impulsan su revolución de la razón. Sientan a una prostituta en la Iglesia de Notredame y dicen al pueblo esta es tu diosa, la razón.

La razón se convierte en una nueva capacidad, de perfeccionar la sociedad por medios jurídicos, políticos y económicos. Coincide con esto, la formación de las disciplinas modernas. Se estima que los poderes organizadores de la razón pueden darnos no sólo mejores disciplinas científicas sino mejores sociedades. ¿y del ejemplo tan claro de Inglaterra que quedó? Su ejemplo nos ilustra que las grandes instituciones como la propiedad, la moneda, el derecho, el idioma y la fe no son producto de la razón o diseño de ningún hombre.

A partir del ideario francés, surgió un derecho que se concreta en la ley como dato positivo, a la Kelsen, sin tradición ni moral; una economía que se concreta en los modelos matemáticos de Marshall, Walras y Samuelson, que se solazan en la ficción de que los números representan elecciones reales del ser humano. Surge el marxismo, cuyo ideal es la igualdad impuesta, que al final produce tiranía. El racionalismo constructivista, pese a sus malos resultados, es el principal responsable de la discrepancia con la escuela austriaca. Es asi como la razón ambiciosa socava la libertad.

ver también:

http://eticaderechoylibertad.blogspot.com/2009/08/los-expertos-no-entienden-proreforma-o.html