Definimos como pobreza la inaccesibilidad a bienes y servicios. Sin embargo, en torno a las “causas de la pobreza”, lo único que puede decirse con certeza es que todos nacemos pobres. Venimos al mundo, desnudos, hambrientos y dependientes. El alimento que recibe el infante no le enriquece, a penas le nutre. La ropa que viste al recién nacido tampoco le enriquece, a penas le cubre. En esencia, esa dependencia explica la condición original de todo pueblo o nación, empezamos siendo todos pobres. La riqueza será creada después, al crecer.
Y se conoce otro fenómeno, que es posible revertir el ser rico y volver a ser pobre. Así, los pueblos pueden pasar de pobreza a riqueza, pero la condición original de los que ahora son ricos, fue la pobreza. Por eso decimos que la pobreza es la condición original del hombre.
Buscar quién es mas pobre y quién lo es menos es un ejercicio inútil. Pero más grave es la confusa dirección en la que orienta el problema. Dice que si unos tienen más que otros hoy, esa diferencia debe estar relacionada con la causa de la pobreza. Es como si, biológicamente, creyésemos que la estatura de los bajos y de los altos es la causa del enanismo. La incongruencia de semejante lógica es notable, muestra clara de superficialidad, además, poco recusada.
Cuando hacemos la pregunta ¿cuál es la causa de la pobreza?, actuamos como si no supiésemos que todos los pueblos y sus habitantes fueron en sus orígenes pobres. La evidencia establece que identificar o saber supuestas causas de la pobreza de un pueblo, no ha hecho prosperar a nación alguna. El mejor ejemplo es el de Iberoamérica, no sólo el diagnostico es el mismo, sino que se lo ha repetido ad-nauseum. Pero de ese diagnóstico, ningún provecho real se ha sacado. Tal conocimiento nada ha hecho por remediar definitivamente la pobreza. Esa idea, convertida en gobierno, lo único que ha hecho es reubicar y disimular, sin erradicar la pobreza.
Favorito, pero igualmente inútil es comparar la historia de unos individuos pudientes con la de otros que viven en la miseria. Con esto lo más que se logra deducir es que los hijos de unos son más ricos que los de los otros, pero aparte de lo generacional, la causa sigue siendo la misma. Unos y otros, tiempo atrás, fueron pobres, con la diferencia que unos han dejado de serlo.
¿Por qué unos pueblos y grupos sociales han dejado de ser pobres? Esa es una pregunta diferente. Pregunta por las causas de la riqueza. No se trata de semántica. Biologicamente, lo que hace crecer mas a un individuo que a otros, no es diferenciar entre estaturas, si no el hecho de que tiene genes diferentes. Parecido no es lo mismo. Sobre lo que causa la riqueza hablaremos en una próxima entrega. Es un asunto jurídico, del cual, por ahora, se mencionará su efecto nada más.
P. T. Bauer, lo resumió en dos ideas fundamentales “las instituciones y las actitudes de la gente”. Pero fue mas allá, llamó a estas ideas las variables independientes de la riqueza. Hoy sugeriríamos que estas variables son otra forma de hablar del Estado de Derecho. Pero hay otras variables dependientes que se interrelacionan con la riqueza, el ahorro, la productividad, la idea, la buena administración, los recursos de la nación, el clima, el espíritu de la población. Con todo, ninguna de ellas puede usarse como la explicación de la causa única de la pobreza.
Los pueblos ricos de hoy llegaron a serlo desde un hecho innegable, el hecho de que fueron pobres. Por eso, lo único razonable que queda por decir es que si la pobreza no tiene causas, la riqueza si tiene obstáculos. Y son la mala legislación, madre de la mala política y de la cultura de irrespeto al derecho ajeno.
domingo, 28 de junio de 2009
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Muy interesante el articulo.
ResponderEliminarTengo una inquietud y es la siguiente
Considera el autor que los dones y talentos internos de la persona son su riqueza cuando nace? o Cual es el enfoque con relacion a ellos?