lunes, 10 de septiembre de 2012

El reciente milagro económico de la humanidad parte II


Esta es una hipótesis acerca del aumento de los ingresos en occidente. Aumentar ingresos se traduce a mejor calidad de vida y siempre va de la mano de la libertad y la innovación que toca diversas áreas que el hombre tiene a su disposición. Fue hasta en el siglo XVIII que los hombres empezaron a hablar del intercambio y a teorizar sobre las ventajas de producir vender e intercambiar. Los datos economicos vienen de la economista e historiadora Deidre McCloskey.

Si el crecimiento hubiese dependido de la cuantía de recursos, de la cantidad de trabajo y de la acumulación de capital, la revolución industrial hubiese sucedido mucho antes. ¿Por qué tardó tanto en aparecer? Porque los hombres libres, innovadores que intercambian no son un fenómeno cuantitativo ni material, son un fenómeno “espiritual” más que económico. ¿A qué nos referimos?

Aquí sugerimos que son las ideas las que produjeron el surgimiento del mundo moderno. El crecimiento empezó primero en la región noroccidental de Europa, guiado por Inglaterra y Holanda durante al final del siglo XVIII. Inglaterra creció de 3 dólares diarios a 16 veces ese ingreso, es decir 48 dólares en alimentos, salud, educación y enseres de 1800 al presente. Luego siguieron otros países en el siglo XIX como, Estados Unidos, con gran crecimiento. 

Es decir, el crecimiento económico no sucedió en los últimos 500, 100 o 10 siglos. Es un acontecimiento reciente producto de una mezcla feliz entre los hábitos del corazón, la situación política, la libertad y la innovación y en particular el descubrimiento del intercambio y de la división del trabajo. Este es un fenómeno de los últimos doscientos años que nos permite comprender cómo es que dejaron los hombres la vida de subsistencia que equivalía a lo que se puede consumir con apenas 3 dólares diarios, unos 1,100 dólares anuales a precios del 2010.

Este mundo no es una extensión de la deidad como creían los griegos. Fue puesto bajo el cuidado del hombre para su desarrollo, para generar bienestar y riqueza. La riqueza no es una acrecencia defectuosa del trabajo, es el resultado natural de producir con responsabilidad. Por eso las virtudes cristianas incluyen no solo “virtudes suaves,” la fe la esperanza y el amor. También incluye las “virtudes duras,” la templanza, la paciencia y el autocontrol. Todas bajo el acápite muy secular de respeto al projimo, o responsabilidad. La nobleza obliga, es la máxima del hombre que se exige mas a si mismo que a los demás.

Si señalamos ideales como la libertad y la innovación se debe notar también que ellas se fundamentan en valores tales como la fe, la esperanza y el amor con su fruto: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, que funcionan como formadores del carácter libre y responsable del hombre moderno. Los éxitos se deben a los valores así como los fracasos económicos son resultado de las obras del egocentrismo y la ingratitud: los vicios, las idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas y disensiones. La cooperación social vs. la desorganización social, la guerra y la intervención estatal.

Durante la edad media, en nadie descansan mejor los hábitos del corazón, la capacidad de usar la situación política, la libertad y la innovación y en particular el descubrimiento del intercambio y de la división del trabajo, que en la clase media de la época, aquellos que no son ni pobres, ni nobles sino emprendedores, conocidos como burgueses, los habitantes de los burgos o ciudades amuralladas. Es decir, son los habitantes de las zonas residenciales que viven ahí precisamente por su habilidad para crear riqueza.   

Un punto mas es que la libertad política o social se mide siempre frente al Estado y los emprendedores son hombres que tienen la libertad para generar empleo distinto al del gobierno. Por eso apelamos a la innovación, la capacidad de “destruir creativamente,” y  superar lo existente, como factor fundamental para generar empleo. Esto esta atado a un ecosistema institucional que toma bona fide la propuesta del burgués: Si ustedes me permiten la libertad de innovar y de generar empleo, al cabo de tres generaciones yo les hago ricos (McCloskey).  Esa propuesta se evidencia en Ford, Rockefeller, Jobs y Gates.

McCloeskey dice que ese cambio se dio gracias a un cambio de retórica sobre el aspecto económico (no es un cambio en la teoría). Mientras tanto, la política seguirá esperando un cambio de reglas para quitar los privilegios que ahora asfixian a los guatemaltecos. De modo que esta posición preconiza la abolición de todos los privilegios, especialmente los constitucionales dados a grupos de interés, entidades educativas, asociaciones políticas, sindicatos, gremios productores y grupos de defensa de “derechos y conquistas sociales.” La única igualdad que es válida en esta visión es la igualdad de todos ante la ley.   

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