La señora Marcela Gereda escribió sobre Arjona como lo haría una anciana de existencia amargada. http://www. elperiodico.com.gt/es/20120227/opinion/208633. Manifiesta su disgusto por la vida de otros, los del capital, los del nicho de mercado, los del éxito que no está definido en sus términos. Para ella un chileno y un argentino definen mejor a Arjona que los estadios llenos por él en esos mismos países. Gereda, ¡ luminosa estudiante de literatura para quien la poesía tiene una única regla, evitar la ironía y las antípodas ! Claro, “Quetzalhuman” quizá le parezca con más sentido ideológico pero es que Arjona no es Miguel Ángel ni el cabezón se destacó como cantante.
La señora nos hace el inmenso favor de obsequiarnos semanalmente con sus columnas que tampoco son piezas camino a convertirse en clásicas. Son la vida como ella la piensa y la siente y por donde la siente. Pero si bien sus segmentos literarios no están siendo reproducidos y codiciados por todos los diarios del mundo (el sucio mercado), no por eso puede quien escribe bajarla de la proverbial olla de cangrejos. A lo sumo puede mostrar que a ella, como a muchos socialistas, no a todos, les duele el éxito ajeno, no por ser decadente, no por ser carente de identidad, sino simplemente por ser ajeno.
Además, la pose de “poeta maldito” y de “yo bohemio exilado de mi patria” debe aclararse que son adjetivos que la señora endilga a Arjona. Visto con sencillez Arjona desarrolló un talento propio, el de inventarse letras y músicas sobre los mismos temas que escribe la señora, es decir sobre cualquier cosa. ¿Es tan malo eso? ¿No está de eso hecha la vida? precisamente de una cadena de cosas comunes. Yo no veo en los artículos de la señora el análisis sesudo y la hondura discursiva sobre la cultura, la ciencia o la historia. ¿Es eso un gran pecado? Si no lo es para una articulista que lucha desesperadamente por ser pertinente para su público, ¿Por qué debe ser un delito mayor en Arjona?
Por otro lado, no creo que sea una gran falta irse a México, Argentina o a la Cochinchina a labrarse futuro. Si la señora fuera directora de un medio televisivo guatemalteco ya sabemos lo que haría con sus compatriotas. Les haría el enorme favor de traerles a Fito Paez para deleite de ella, y que conste que no tengo nada en contra del flaco ex rocanrolero argentino. Pero con todo respeto por el flaco, el ya no llena estadios. Claro, en llenar estadios esta la superficialidad no en comentar sobre Arjona.
Ah, pues claro ese es el problema. Que Arjona es un mercader de la música, un traidor del arte porque come de lo que vende. Es un miserable que dona a fundaciones y niños pobres para fomentar la música con el cochino dinero de la carbonatada. Que miseria ser Arjona de quien está enamorada el alma de las colectividades. Hum, casi olvido que en litaratura la ironía está prohibida, por lo menos en Guatemala.
Se le escapa el odio por los resquicios del alma a la señora cuando usa la palabra “esquirla” como si eso quisiera dirigir contra Arjona. El fragmento “de lucidez” que ella llama “esquirla”, en su pluma parece una amenaza más que un florilegio, evocando como héroes a los señores que fueron a Cuba para aprender cual debía ser la identidad de los guatemaltecos. No señora, uno no captura la inocencia de Cri-Cri destilando tanto veneno por el éxito ajeno. Cri-Cri fue tal porque en su país los mexicanos lo amaron, como a Chabelo o a Chespirito. Que suerte para Arjona haber encontrado una mano amiga en otro país, por que la mano de algunos “intelectuales” guatemaltecos hubiera sido un puño cerrado a la cara, hasta que aprenda a disfrutar de la pobreza, la económica y la del espíritu.
*Publicado en Facebook un día antes de la respuesta de R. Arjona en Prensa Libre.
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