martes, 5 de junio de 2012

Señor Presidente, ¿es posibles superar el subdesarrollo?


¿Señor presidente, por qué le seguimos preguntando qué hacer a los políticos que han asesorado o han sido parte en el pasado de gobiernos que no han logrado hacer lo que Guatemala necesita? ¿Por qué no puede Guatemala como Georgia, Estonia y Chile crecer al 10% o más? ¿Por qué los países que más se acercan a la libertad económica y a la certeza jurídica tienden a crecer a más del 10%? ¿Por qué China cambió su Constitución para incluir la propiedad privada a pesar de ser un país comunista?

Estas son preguntas de interés general para Guatemala y no sólo para los ciudadanos sino especialmente para los políticos. Ud. señor presidente recientemente promovió un paquete fiscal y ahora una reforma constitucional y en ambos casos consultó con un grupo de ciudadanos que en algunos casos tienen más de 30 años de estar en distintos gobiernos sin jamás haber materializado los sueños que usted tiene para Guatemala. No importa si vienen del sector privado o no. Lo que importa es qué creen acerca de la libertad económica y de la certeza jurídica. La sospecha en el caso de muchos de ellos es que han logrado un maravilloso acomodo para ellos como personas o como empresarios a costa de la pobreza de las mayorías.


Por eso no podemos pasar por alto la oportunidad de esta propuesta de reforma constitucional para preguntarnos si de las mismas fuentes aparecerán nuevas y mejores soluciones. Especialmente, cuando una vez implementadas las medidas y ante los malos resultados, culparán al ejecutivo y desaparecerán en el anonimato que les brinda ser parte de grupos consultivos en donde se diluye la responsabilidad.

La Asociación Proreforma con más de 73,000 ciudadanos honrados propuso, pacíficamente, una Reforma Constitucional al honorable Congreso de la Republica. La propuesta incluye armonizar de mejor manera los poderes del Estado delimitando mejor su relación política. Además se ocupa con toda seriedad del fortalecimiento de la justicia. Establece un parámetro para juzgar la corrupción y asegurar el éxito de la gestión de la clase política. Finalmente, constituye una apuesta por el crecimiento económico es decir crece la riqueza de la población y con ella los ingresos fiscales.

La propuesta fue engavetada por el Congreso. El pleno del Congreso, único autorizado para aprobar o rechazar la propuesta, violó los plazos jurídicos y sigue sin conocerla. La Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales dio un dictamen en el no solo tergiversa el contenido de la propuesta; mas grave aun, tergiversa la ley con la que evalúa la propuesta haciendo que se deforme la letra, el espíritu y el alma de la misma (Consulte el dictamen de Proreforma). Por eso en los próximos días nos daremos a la tarea de responder a los únicos interlocutores jurídicos serios que tiene Proreforma, el Congreso de la Republica y al Presidente de Guatemala.  

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