Nació en el departamento de
Rocha, entonces un pueblecito de unos seis mil habitantes, el cuentista
uruguayo Constancio C. Vigil, un 4 de septiembre de 1876 (este mes hace 139
años) y murió un 24 de septiembre de 1954 (este mes hace 61 años), a la edad de
78 años. De muy joven se trasladó a Montevideo en donde ejerció la carrera de
periodista hasta el cierre del periódico en donde trabajaba. Un ilustre
desempleado que migraría y haría su carrera en otro país. Aun en Uruguay inicio
como la figura más destacada de la literatura infantil hispanoamericana con
obras como Cartas a la gente
menuda, Botón Tolón, El pirincho enfermo, Los escarabajos y la moneda de oro, y
Tragapatos.
Se trasladó a Buenos Aires a la
edad de 27 años y recién llegado fundó las revistas Alborada y Pulgarcito y Geminal. Más tarde fundó la revista Mundo argentino y a partir de 1918 inició el largo
proceso de crear y ver crecer la Editorial
Atlántida. En total, creó una docena de revistas y escribió 50 libros de cuentos dando ademas empleo a
muchísimos argentinos.
Yo deseo resaltar de la vida del
ilustre cuentista y escritor uruguayo, primero, que Constancio fue realmente un
empresario, pero uno muy singular, un empresario de las ideas. Toma una
inteligencia y disciplina especial escribir, pero es muy importante que además
de escribir se ocupe de crear las avenidas y canales de distribución para
aquello que se escribe. Eso, por experiencia, se que no es fácil. Segundo,
que el talento ya despierto de Constancio en Montevideo obtuvo su mayor
proyección cuando la migración a Buenos Aires le abrió toda clase de
oportunidades.
En Guatemala hay mucho talento
dormido de jóvenes y viejos esperando todavía despertar. Esa es la razón por la
que seguimos insistiendo que es necesario crear una cultura en donde hay empleo porque enriquece a todos,
cosa que los políticos no terminan de entender. Una cosa tan simple como crear
empleo es más importante para todo ser humano que las aspiraciones del político que quiere pasar a la historia solo por haber llegado al poder.
El filósofo moralista que estaba consciente de la necesidad de plantar valores en los chicos escribió incluso
una obra que tituló Las
enseñanzas de Jesús con una
prosa realista más que sistemática. Wikipedia registra tres datos importantes
de Constancio 1. Que tres mil escuelas, aulas y bibliotecas llevan el nombre
Constancio C. Vigil, 2. Que el Papa Pío XII le otorgó la Cruz Lateranense de
oro, y 3. Fue propuesto como Premio Nobel de la Paz.
Mi
interés en Constancio se inició, sin saberlo, cuando fui inscrito, a los 6 años
de edad, en la primaria Constancio C. Vigil, un colegio privado de Antigua
Guatemala, la capital de la educación en Centroamérica en aquellos años. Por
otro lado, con las vueltas de la vida mi interés en la academia me hizo un empresario
de las ideas, todas las ideas. A la teología y a la economía es a las que he
dedicado más esfuerzo. Finalmente, otro dato no menos importante es mi esposa
uruguaya por quien ha vuelto a mi memoria la reforma educativa de Uruguay, de
1877, un año después del nacimiento de Constancio, a la cual siguió, más o
menos cada 25 años, una reforma educativa. Una vida para escribir es también
una vida para servir a los demás pero sin lectoescritura, las ideas tienen muy
poco valor para los demás. Y me atrevo a decir que sin empresarios, las ideas
tampoco tienen mucho valor para los demás.