martes, 6 de diciembre de 2011

Lecciones de los países que se vuelven pobres

Los ricos se empobrecen
No es necesario decir ahora que el progreso es inevitable. Por supuesto que con suficientes malas medidas el progreso, el bienestar y la riqueza pueden evitarse. Cuba y Argentina nos vienen a la mente como los mejores ejemplos de países con los más elevados niveles de bienestar que al ser sometidos a crecientes niveles de descapitalización terminaron uniéndose al pelotón de los pobres en vez de continuar su acelerada marcha al primer mundo, en los años 40's y 50's.

Hoy tenemos a los países europeos y al mismo Estados Unidos coqueteando con semejante destino. De modo que las cosas pueden empeorar a pesar de que las "medicinas" más creativas se den sistemáticamente al paciente. En el caso de los países eufemísticamente llamados “en vías de desarrollo”, las cosas son mas graves. Ya que si bien, en los países más desarrollados se creo riqueza que ha ido dilapidándose poco a poco, entre los pobres, lo dilapidable es mucho menos y por eso la centrifuga de la pobreza es mucho mas violenta.

Las cosas que se han destruido entre los países ricos o no se han construido entre países pobres son muchísimas, pero la punta del iceberg puede centrarse en tres aspectos que son generadores de la cultura de confianza y desarrollo. Nos referimos a los derechos de propiedad, a la creación de empleo y al beneficios del intercambio. La ortodoxia sobre estas cosas generó gran prosperidad en países que empezaron siendo pobres. No había en esos países ayuda internacional, tampoco había paquetes de estímulo a la economía, no había Banco Mundial, ni siquiera General Agreemet Trade ni Naciones Unidas o Fondo Monetario Internacional. La pregunta es ¿cómo sobrevivieron los países y se hicieron ricos sin semejantes ayudas?

La respuesta es sencilla. Respetar los derechos de propiedad no es solo una decisión legal, es una cultura que prohíja confianza para invertir. No tengo miedo a la viveza criolla que se aprovecha del inversionista local y del extranjero. La inversión genera empleo, adquiere maquinas o tecnología, con ello mejora la productividad de la mano de obra y gracias a esto, los salarios.  Otro elemento generador de la cultura del desarrollo es el aprecio por la generación de empleo. Quien aprecia el empleo aprecia al empleador y las medidas y actitudes de la población serán para proteger el proceso de creación de empleo. Finalmente, se tiene confianza en el intercambio. La gente sabe por experiencia que cuando dos personas intercambian ambas salen favorecidas, de donde, todas las normas que se aprueban y las actitudes que se premian promueven el intercambio.

Para mejorar hay que cambiar de ideas
Es fácil entonces predecir qué países son pobres o van camino a serlo, sin importar el grado de desarrollo que tengan hoy. Si los derechos de propiedad son vulnerados y con ellos hay desconfianza y elevadísimos costos de transacción para protegernos de los vivos, estamos frente a una sociedad camino a hacerse mas pobre.

Si se cree que la riqueza de unos es producto de la pobreza de otros, el país va camino a la pobreza y no importa que grado de riqueza tenga hoy. Los jóvenes "indignados de Wall Street" están convencidos de esto mismo, producto del marxismo que se enseña como cosa normal en los colleges americanos, en carreras como sociología, educación, periodismo y economía. Ese desprecio por el emprendimiento en Norte, Sur, Este y Oeste, nos insinúa que estamos frente a países en vías de pobreza.

El intercambio se ve con desconfianza. Mientras que hemos aprendido y comprobado en economía que cuando dos personas intercambian ambas salen favorecidas, porque se desprenden de lo que valoran menos para obtener lo que valoran más, los neo-hippies de Harvard piden al Dr. N Mankiw que cambie el curso de “principios de economía”, porque ellos quiere aprender marxismo. Indiscutiblemente, nos encontramos ante una generación que clama por hacerse más pobre, lo sepa o no. Claro, cuando lo consigan, pedirán ayuda a los organismos internacionales y harán manifestaciones en contra del mercado.   

¿Predicciones posibles?
Si la prensa, la radio, el cine y la televisión condenan la propiedad, el intercambio y el emprendimiento, seguro que esa sociedad va camino a la pobreza o está en ella. Si los empleados recienten la propiedad, critican el intercambio y censuran a los emprendedores, es indiscutible que nos encontramos frente actitudes empobrecedoras.

Si en esa sociedad los sindicatos son importantes en lo privado y en lo público, si no se hace diferencia entre cantidad de trabajo y calidad de trabajo y si se estima que vender a otros países es permitir que "el pez grande se coma al chico", estamos, indefectiblemente, frente a una sociedad subdesarrollada. Si los héroes de esa sociedad son los políticos y poetas, los que ganan riqueza rápida sea legal o no y hablan de la balanza comercial desfavorable como el epicentro del intercambio, entonces estamos frente a una cultura de pobres.

Si los periodistas se dedican más a quejarse que a proponer y el contenido de su queja es que los ricos lo son a costa de los pobres, que los empresarios son "chupasangre" y que es necesario quitarle al que tiene para darle al que no tiene, estamos frente a un país en vías a la miseria. Cuando los maestros, políticos, religiosos, médicos, albañiles, jueces y legisladores piensan así, nos encontramos atrapados en la mismísima miseria, sin posibilidades de salir de ella, hasta que cambiemos de ideas.  

lunes, 14 de noviembre de 2011

Harold Caballeros como Ministro de Relaciones Exteriores

Las relaciones exteriores de Guatemala tienen problemas muy candentes entre manos. Siempre sigue el reclamo del Estado de Guatemala a nivel jurídico sobre el territorio de Belice. Ese es un tema también sensible en la formación del General Otto Pérez Molina. No se olvide que los kaibiles, la fuerza élite formada en el territorio del Petén,  canta el himno y saluda a la bandera con su rostro hacia el oriente en señal de que el territorio guatemalteco ha sido cercenado por una potencia extranjera. Hoy las reclamaciones siguen abiertas y se reducen al tribunal de la Haya, de manejarse con la prudencia que se requiere y lograr el éxito que es posible, sería suficiente para asegurar su elección como presidente.

Otro caso importante es el del estatus de los migrantes en Estados Unidos. Los salvadoreños indocumentados lograron negociar un mejor estatus para sus ciudadanos, con permisos laborales en aquel país. Los guatemaltecos indocumentados están permanentemente bajo el riesgo de la deportación. Además los guatemaltecos desean votar en sus respectivos consulados en la unión americana, cosa que la ineptitud de los gobernantes actuales no ha hecho posible.

Otro tema es la unión centroamericana, la formación de un bloque más coherente que libera mercados, capitales y personas. Que además debe “despertar” la unión aduanera, la cooperación en justicia para la persecución criminal y la homologación de ciertas leyes que permitan una cooperación mas cercana de países que tienen un mismo origen, una misma historia y muchos problemas que son comunes. Estas son cosas que se han visto con bajo compromiso en el pasado porque al no ser prioridades del presidente terminan no siéndolo de los ministros de relaciones exteriores.

Otro problema sensible ha sido la relación con Israel, un tema no desconocido para el Dr. Caballeros, pero si muy mal manejado por el actual gobierno. La postura del actual gobierno se constituyó en una traición a la tradición en política exterior guatemalteca sobre este tema. No se constituyó en una confirmación de dicha tradición sino en una muestra de desconfianza a la pequeña nación. Preocupaciones que poco importan a los iletrados intereses vampíricos que nos gobiernan.

Es claro que el Dr. Caballeros está en ésta posición por méritos comprobados y por calificación profesional.  No cualquier guatemalteco llega a ser candidato a presidente y a posicionarse entre los  más convincentes a ojos de los electores más exigentes de la población de Guatemala. Eso incluye la postura del propio presidente electo que le escuchó en los foros y debates que compartieron en la reciente campaña.

Esperamos que el Dr. Caballeros tenga éxito en todas estas gestiones, no solo por el mismo sino por lo importante que la solución de estos problemas resulta para los guatemaltecos. De ser así, seguramente tendremos un mejor candidato presidencial para el próximo período. Sin haber empezado éste nuevo gobierno, debemos estar pensando quién debe y quién no debe ser el próximo presidente de Guatemala.  Eso es lo que nos convertirá en cada vez mas comprometidos y exigentes ciudadanos y esa tarea no solo nos compete a todos sino que de ella depende un mejor futuro para éste país.  

viernes, 7 de octubre de 2011

La Reforma el poder judicial, con negocio a la cola

La propuesta de reforma a la Constitución, que se enfoca en la reforma del poder judicial, empezó como una reunión entre universidades. Las universidades fueron convocadas para hablar de un tema legítimo, qué puede hacerse para mejorar la carrera judicial en Guatemala. Esa discusión tomó muchos vericuetos, pero cayó también en profundas confusiones. Las universidades se fueron desgranando y al final quedaron a cargo USAC, URL y ASIES.

De alguna manera se estimaba que la razón por la que los jueces y magistrados no tienen el mejor desempeño es por falta de información. ¿Qué hacen las universidades?  Enseñar.  ¿Cuál es entonces su solución para el problema del desempeño de los jueces y magistrados? Cursos e información. La falacia es que si los jueces tienen la información correcta (provista por esas universidades) su desempeño mejorará. Pero, está claro para cualquier observador del sistema público que las cosas no funcionan en ese ámbito porque a los profesionales a cargo les falte información. Les faltan muchas cosas, pero la información no es la principal carencia.

Para poder dar a los profesionales la brillante información que no le pudieron dar a sus estudiantes en las aulas, pero que ahora de jueces podrán darles, se necesita que estas entidades estén a cargo de la carrera de formación y educación continua de los cientos de jueces y magistrados del Poder Judicial. Nadie debe pensar que eso lo harán las universidades de gratis, usando recursos de su propia bolsa. La reforma crea un Consejo Administrativo que recibe el dinero asignado al Poder Judicial y de ahí se hará las contrataciones respectivas. Para poder conseguir el dinero es indispensable que representates de esas universidades esten a cargo del Consejo. La millonaria contratación de las universidades y entidades en cuestión es el fin de la Reforma, las buenas intenciones, sin duda, son reformar la justicia en el país. En vena de análisis económico del derecho, lo que tenemos son incentivos monetarios para promover una reforma al Poder Judicial.

Esta es la parte mas cruda, dura y nuclear de la propuesta, estas entidades que administran y reciben el pago por sus valiosos servicios tienen un gran negocio entre manos. Claro, hay otras universidades que hacen lo mismo con otros servidores públicos. A unos los forman de maestros, a otros los dotan para ser administradores, dependencias como el Congreso han hecho acuerdos para preparar a su personal administrativo. La pregunta es ¿por qué se necesita hacer este tipo de arreglos improvisados?  Por la falta de una verdadera carrera de servicio público en donde las plazas no son botín político que se reparte cada cuatro años, en tanto se ganan por oposición. Esto incluye a los jueces y magistrados. Si los sindicatos tuvieran un poco de seriedad hace tiempo que estarían subidos en este tema.

La carrera de los juzgadores requiere que se nombre de entrada a los mejores. No que sea juez el profesional mas popular y mejor relacionado, sino el que puede aportar experiencia, conocimientos y competencia. El borrón y cuenta nueva requiere que se establezcan los criterios para evaluar a los juzgadores y que se provean los incentivos correctos para la carrera. La verdadera independencia, la inamovilidad y la permanencia en el cargo son criterios que se acompañan a las pruebas a su competencia profesional.

La reconocida honorabilidad no es todo. Estudios de postgrado, su capacidad como litigante, pasar con alta ponderación los requisitos establecidos, cursos sobre materias criminológicas específicas, en fin, lo que indica verdadera capacidad. ¿Por dónde empezar? Por entender el problema. A los jueces no les falta información o cursos y al sistema no le falta un super Consejo Administrativo. Falta ganarse los puestos por concurso y por un sistema de evaluación verdaderamente independiente y con los incentivos administrativos correctos. No más negocios que benefician a entidades que tampoco los obtuvieron por concurso, hacer esto nos llevará a comprobar diez años mas tarde que esa no era la solución, mientras el costo de probar se mide en vidas humanas. 

lunes, 12 de septiembre de 2011

Razones y sin sabores de las elecciones en Guatemala 2011

Ganó Guatemala, con una participación de jóvenes y de todos los sectores del país, del 69% del padrón electoral de 7.3 millones, de los cuales, a primeras horas de la mañana, se ha computado aproximadamente el 94%.  Esa es la mejor noticia de las elecciones de septiembre, lo demás cae de su peso según nuestro punto de vista.

El triunfo del General Otto Perez Molina 39%, además de una campaña bien llevada, obedece a la desastrosa ejecución del gobierno Uneista en temas de seguridad. El Presidente no oyó al pueblo al iniciar su gobierno y tampoco escucha ahora cuando dice que “el principal desafío para el próximo gobierno será continuar con los programas sociales”. Eso era exactamente lo que el pueblo no quería, el pueblo quería seguridad y no se le cumplió. 

El segundo lugar para el candidato del partido Líder 23%, es un subproducto de la  ausencia de la ex primera dama en los comicios. Sandra Torres hubiera terminado con similar porcentaje al de Baldizón, y éste estaría empatando con Suger muy por debajo de su lugar actual. Esto tiene importantes implicaciones, significa que la mentalidad asistencialista que retomó Líder no está del todo eliminada entre los guatemaltecos. ¿Fue esa mentalidad creada, nutrida y elevada por la UNE? No lo sabemos, solo podemos decir que “en donde hay piñata habrá niños” y esa forma de pensar es muy preocupante, no solo por el presente, no solo por la segunda vuelta, sino principalmente por el futuro del país.

En cuanto Eduardo Suger, Mario Estrada y Harold Caballeros, hay grandes distancias entre estos personajes.  Dos de los candidatos probaron con el poder de la razón y el tercero con la vena populista. Hay que confesar, con vergüenza nacional, que el populismo le dio superioridad a Estrada sobre Harold. Cierto es que Caballeros tuvo tropiezos pero, en otros contextos, al enterarse la gente pensante que el si podía participar, habría un corrimiento natural hacia su candidatura.  No lo hubo, porque no tenía la cancioncita, la promesa barata, el video chusco para influir sobre las masas.  La escuela de esto es, o cambiamos el sistema o seguimos a merced de los que, decía Cabral, tienen el poder de votar y elegir al presidente… Ud. sabe quienes son. http://eticaderechoylibertad.blogspot.com/2011/09/el-sentido-comun-en-las-elecciones.html

En cuanto a la Alcaldía capitalina, hay esperanzas. La gente logro separar la millonaria inversión, de la notable capacidad del segundo lugar, Roberto Gonzalez, 29.4%. Arzú, 37% triunfó, no tanto por convencer profesionalmente, cuanto por la campaña prodigiosa de malabares y artificios tecnológicos. Esa forma de empaquetar vende, especialmente entre los electores jóvenes. ¿Afectó a González Díaz Duran la campaña negra en su contra? Posiblemente se deba a que la gente que le hizo caso a la campaña, no la comparó con la administración misma de Arzú. Mientras tanto, éste sigue en la Alcaldía con notable mayor dificultad, porque la gente no solo quiere obra, también transparencia y un rumbo nuevo.

Finalmente, Otto Pérez Leal hijo ganó la alcaldía de Mixco al partido Victoria. Este triunfo prueba que nadie es dueño del poder. Tengo varias impresiones de vecinos de esa población, la más importante es que se hicieron trabajos municipales en muchas partes, por los que se cobraba a los vecinos. No era raro que se exigiera, Q5,000.00, Q10,000, o más por casa, la municipalidad hacia la obra, pero ningún hogar guatemalteco estaba preparado para pagar esa cantidad por servicios públicos. El pueblo se los cobró. 

lunes, 5 de septiembre de 2011

El sentido común en las elecciones


Lo que preocupa a los electores hoy
Los últimos días de la “fiesta cívica” se parecen mucho al sentimiento de los padres de la novia antes de la boda. Menos ilusión, mas costos, mas tedio, aburridos de las tensiones y de lo monotemático de las campañas. En estos momentos, en que ansiosamente esperamos emitir el voto, los espectadores de la campaña hemos llegado al paroxismo y  desesperación; pedimos que esto se resuelva de una buena vez. Obviamente, solo estoy pensando en voz alta, pero sospecho que a nombre de millones de electores.
Hay varios problemas que se deben poner en blanco y negro.Primero, los guatemaltecos necesitamos la información acerca de los candidatos que las campañas nos ofrecen. Lamentablemente, en una sociedad más de imágenes que de reflexión, los candidatos recurren a la repetición e inundación de espacios públicos para ganar por asfixia más que por convencimiento. Esta práctica no es educación cívica.
Segundo, los costos de “informar” a la población son altísimos. En una tierra en donde los pobres salen, en grandes números, de detrás de cada árbol, llora sangre que tanto dinero se vaya en informar de caras almidonadas, sonrisas con foto shop, y cirugías plásticas han dejado a algunos casi con la imposibilidad de cerrar los ojos. Este dinero debe emplearse de otra forma.
Tercero, la indiferencia política es apabullante. A pocas semanas de las elecciones hay más de un 35% de indecisos, lo cual significa que los esquemas de “información” no están haciendo mayor diferencia en la mente de los electores. Es importante acudir a nuevas maneras de información y educación cívica.
Cuarto, los programas sociales de la presidencia han desnudado algo hasta ahora solo simulado. Evidencian que los incentivos son importantes para la población. ¿Prostituyeron el sistema político con espejitos? Muchos puristas dirían que sí, pero hay que pensar más detenidamente antes de dar una respuesta final. Todos los candidatos ofrecen incentivos de mejora, mayor ingreso, empleo y seguridad etc. a cambio del voto. Están prácticamente comprando el voto. Esto es más o menos a lo que equivalen los Q300.00 que algunos recibían de los programas de gobierno. La perversión electorera de esto es que solo un partido tenga derecho a dar ese dinero, a cambio de hacer promesas, y el resto de partidos no pueda hacerlo.
La manera de aumentar la participación y educación cívicas
Por estas razones yo propongo algo realmente diferente. ¿Qué sucedería si todo el dinero de las campañas se cuantifica y se convierte en un fideicomiso, que todos los partidos depositan antes de las elecciones? Este dinero se pagará alícuotamente entre todos los electores, independientemente de por quien hayan votado. No se paga el voto favorable al partido ganador porque entonces se perdería la secretividad del voto. En otras palabras, la nomina de pago son todos los empadronados que votaron, independientemente de su preferencia electoral. El partido ganador pagará a los electores el 100% de lo depositado y el resto de partidos paga el 20% por participar. El sistema de cobro es sencillo, se comprobará con el sello de la cédula que la persona, en efecto, voto en las elecciones del 2011. Las implicaciones de esto hay que desarrollarlas.
Primero, todos los partidos compiten en igualdad de condiciones, pues cualquiera de ellos que participe tendrá que pagar a los electores por su voto. Segundo, todos los votos por las diferentes preferencias electorales cuentan para elegir a un ganador.Tercero, la estructura del pago es del 100% por participar en las elecciones y los votos de presidente, alcalde o diputado respectivamente, no se valoran de manera diferente. Cuarto, el fideicomiso es una mezcla de la información auditada de campañas pasadas, cuya cantidad se distribuye entre todos los guatemaltecos empadronados que votan, y eso fija la cuota a pagar por participar en la fiesta cívica. Quinto, el voto es secreto, lo único que comprueba el sello en la cedula de vecindad, y exclusivamente para fines de cobro,  es que votó, no por quien votó.
Los beneficios de este sistema son los siguientes. Primero, hay un incentivo directo que va a un guatemalteco concreto. No más candidatos que se quedan con dineros de campaña, ni más ventas de curules ni violaciones a la ley de partidos políticos poniendo más dinero que el estipulado. Si el ímpetu de poner más dinero es muy grande de parte de los benefactores, entonces recomendamos que se le añada a la cantidad base, la inflación del cuatrienio anterior. En este caso a muy pocos les preocupa que los costos suban por este medio. Lo que si se logra es transparentar los fondos puestos en la campaña.
Segundo, esta forma de incentivo monetario al voto desarrollaría mayor sensibilidad política que la indiferencia que hoy sufre el país. Si más gente se interesa en las elecciones, facilita también interesarlos en otros temas de carácter cívico y político. Esto mejora la calidad ciudadana de los guatemaltecos. Tercero, los candidatos no deben ocuparse de hacer campaña por todo el país. Realmente, sus metas no cambian mucho pero el trabajo que se les demanda si se aligera grandemente. Dinero y votos siguen siendo su principal objetivo, pero ahora en vez de regar el dinero en todo el país lo recogen en todo el país.
Cuarto, como los costos de informarse no los pagará el elector, proponemos la creación de un canal de televisión y de una radio que sean parte del Tribunal Supremo Electoral. En dichos medios se pasará también la publicidad del gobierno de turno y de hecho, los medios se sostendrán, precisamente, de ese presupuesto millonario que hoy se presta a tanto ilícito y corruptela. El gobierno, los partidos políticos y el TSE, tienen derecho al 33% del tiempo de aire. Su tarea es la educación cívica y democrática y el fortalecimiento del republicanismo. Todos los partidos, legalmente inscritos, tendrían derecho a una franja diaria y a pasar comerciales políticos, sorteando las horas pico o tomando turnos.
Un punto más es que las radios y televisoras privadas que deseen pasar propaganda política pueden hacerlo pero el partido que los contrate pierde su espacio en la radio y televisión destinadas para ese propósito. Lo mismo sucederá con los partidos políticos que contratan vallas, postes, u otros espacios públicos. Por la inversión hecha en medios ajenos al proceso electoral, debe ponerse en el fideicomiso,  exactamente la misma cantidad que se gastó. Los medios privados solo pueden pasar, sin afectar a los partidos, los debates presidenciales, de alcaldes o de equipos legislativos. Finalmente, las redes sociales, el voluntariado local y organizaciones comunitarias, tendrán que suplementar e informar, haciendo lo que ahora el dinero compra de otras maneras. Esto nos llevaría a tiempos de campaña sin anuncios en radio y televisión comercial, sin ensuciar la ciudad y sin partidos que cuentan con más propaganda que otros.
Quinto, hasta aquí, dado que el costo de participar, la oportunidad de anunciarse y el beneficio a los electores es el mismo para todos los partidos, el criterio diferenciador sería la comunicación y el debate de sus programas de gobierno en los medios dispuestos para ese fin. Los electores son igualmente indiferentes a todos los partidos pero el debate, el ejercicio comunicacional, el voluntariado y las redes sociales harían realmente la diferencia, despertando mayor sensibilidad a la participación política.
Sexto, no hay segunda vuelta. La mayoría simple nos permite tener un presidente o adoptamos el sistema de elección por preferencias en el caso de la presidencia.
Esta propuesta no es perfecta ni está completa, pero seguro resultará atractiva a más de algún guatemalteco con sentido común. Ahora permítame escuchar su opinión para mejorar esta debatible postura que pretende ser antídoto a la confusión, la indiferencia, el despilfarro y la irracionalidad mediática que me han inspirado las campañas políticas.

martes, 16 de agosto de 2011

Responsables de la quiebra: ¿liberalismo? Nada que ver

John Mynard Keynes, fue un economista inglés (1883-1946), cuyas ideas dominan aun hoy las ciencias económicas y las prácticas que de ellas emergen en los gobiernos de todo el mundo. Se enseñan en casi todas las universidades del orbe. Si a alguien se le puede dar el crédito o demerito de lo que sucede en las economías del mundo es a este autor. He aquí algunas de sus ideas económicas.  
Flujo circular del dinero. Creía Keynes que el “sístole y diástole” de la economía es el gasto. Si todos gastan, el dinero pasa de manos de quien lo gasta a otro que lo gana, y este a su vez, al gastarlo, convierte el dinero en la ganancia de otro. Cuando este círculo se detiene por el ahorro, la desconfianza o el conservadurismo, entonces el corazón de la economía se detiene. 
El Estado bombea dinero. Cuando el flujo se detiene, el Estado debe aumentar la masa monetaria, o salir a comprar bienes y servicios, contratar empleados o poner dinero en manos del público para que este lo gaste. Esta idea no fue bien recibida por los atemorizados sobrevivientes de la Gran Depresión, por eso se le da crédito a la masiva inversión en defensa, hecha por Franklin D. Roosevelt, para la reactivación de la Economía tras la Gran Depresión, supuestamente, gracias a las ideas de Keynes. Claro, se trataba de manejar, no cientos de miles de variables que tiene una sociedad en paz, sino una sola variable la de la economía de guerra.
La razón práctica para la redistribución de la riqueza. Keynes creía que el ahorro, el poco gasto o la reducción del consumo “desaceleran” la economía. Por eso es necesario encontrar mecanismos para colocar dinero en manos del público, especialmente de los más pobres. Los pobres no ahorran entonces al gastarlo pondrán en “movimiento” el sístole y diástole económico.
La macro estimula la micro. Los ingresos son una función del gasto, por tanto las tendencias macroeconómicas que reducen ingresos pueden influir desproporcionadamente sobre la microeconomía. Por ejemplo, cuando se recorta el gasto del Estado, cuando no crece el presupuesto del Estado, cuando no se incrementa el consumo, la macro desestimula la micro. De modo que las políticas monetarias, cambiarias y crediticias deben incentivar el gasto, el consumo y la demanda.
El multiplicador del gasto.   El efecto de lo dicho hasta aquí es que el incremento total en ingresos y gasto constituirá un “múltiplo alto” del gasto original del gobierno. De modo que esta demanda puesta en marcha por el gobierno hará que el gasto realmente “multiplique” la actividad económica.
La importancia de la demanda agregada. Todo esto sugiere que es importante no desincentivar la demanda. Si la demanda agregada (la demanda total de bienes) se desincentiva, habrá sobrante de bienes y servicios; también habrá desempleo; habrá variaciones en los precios de los bienes de consumo y la solución a esto será dirigir el gasto del gobierno a sectores específicos, para que la demanda nunca caiga. A este estímulo Keynes le llama “demand-side economics”.
La respuesta lenta de los precios. En el libre mercado los precios no se mueven con agilidad, entonces o se acortará la oferta o se ausentará la demanda. Precios “estancados” desincentivan la demanda. Eso crea un ambiente inflexible en donde los negocios y los consumidores necesitan un empujón del gobierno, por ejemplo, comprando el exceso de bienes ofertados. Para ello se propuso la “velocidad de movilidad del dinero”. Los ricos lo gastan menos, la clase media un poco más y los pobres con mucha más velocidad.
Es posible el pleno empleo. “La teoría general del empleo, el interés y el dinero”, de Keynes, prometía el pleno empleo si se seguían los pasos señalados hasta ahora. No existe el empleo del 100% pero se alcanza el ideal cuando el desempleo constituye el 5% o menos. Entonces se habrá alcanzado “un equilibrio” en donde las empresas pueden maximizar su producción y los consumidores tienen el poder adquisitivo. Por ello, la inflación es un buen índice del “crecimiento estable” de la economía.
La recesión es combatida desde el escritorio. La idea de esto es que si todo se reduce a los estímulos producidos por medio de incentivar la demanda, el genio de la economía consiste en sacar por medios proactivos a la economía de la recesión, estimular el crecimiento y prevenir la inflación, un conjunto de medidas supuestamente coherentes unas con otras. Todas ellas manejadas a base de políticas económicas desde el Banco Central, como se hace en todo el mundo.
La “teoría general” lo arregla todo. La idea es que si a una obra se le llama “teoría general”, como la de Einstein, será lo suficientemente abarcadora para explicar cosas inexplicables.

CRITICA: 1. El dinero no es neutral y al aumentarlo aumentan todos los precios relativamente, castigando a los más pobres. 2. El costo de oportunidad no se considera, es unilateral, solo se asume el costo de no gastar. 3. Si el gasto es en verdad “multiplicador” solo necesitaría una inyección para activar la economía y no las permanentes intervenciones; 4. El incentivo a la demanda agregada es una idea filosófica, bien vista en papel, pero que nunca ha funcionado excepto para producir inflación; 5. La respuesta “lenta” de los precios en los “mercados libres” es otro concepto teórico discutible. ¿Lenta según quién y según qué? ¿A qué le llama “mercados libres”? 6. La “física económica” (Einstein) con conceptos como “desaceleración”, “precios lentos”, “movilidad del dinero”, “sobrecalentamientos” etc., no son más que prestamos conceptuales, de teorías que han producido muy malos resultados. 7. Esta escuela es posterior a la revolución industrial que en vez del intervencionismo cedió a los órdenes espontáneos el crear riqueza y empleo sin precedentes. 8. Los desastrosos instrumentos invocados como deuda soberana, bonos, reducciones de tasa de interés, endeudamiento (adictivo) etc., tienen, ahora mismo, a las más prósperas economías del planeta al borde del colapso 9. Las recesiones no son malas, son la oportunidad para dejar de hacer lo que hicimos mal y eso incluye asumir las pérdidas. 10. Sus intervenciones producen quiebras y generan obligaciones que limitan la libertad y producen irresponsabilidad.

Mientras la economía liberal es virtualmente poco conocida y no ha sido realmente puesta a prueba en su conjunto, el keynesianismo se ha implementado, al detalle, desde gobiernos y bancos centrales, con un ejército de técnicos nacionales, y “especialistas de organismos internacionales”, ocupados en llevarlo adelante, en todo el mundo, con gran disciplina, de modo que no se le puede dar el beneficio de la duda porque su fracaso ha sido demasiado obvio. ¿Malas Intenciones? No, pero también existen los malos resultados de las buenas intenciones. Eso es el Keynesianismo.

martes, 9 de agosto de 2011

Los principios económicos y el desarrollo


     La escasez. Los seres humanos experimentamos la realidad de la escases. Los empleos, el dinero y los recursos son escasos, eso ocurre mientras estamos sentados sobre riqueza. Por ello debemos asegurar que se permite el aprovechamiento de los recursos naturales, para generar empleo, salarios y los recursos que como sociedades en desarrollo necesitamos.
   Escoger y priorizar. La elección entre un ambiente impoluto y el desarrollo humano es un plebiscito que llevan a cabo diariamente todas las sociedades que aspiran al desarrollo. Escoger y priorizar que queremos es inevitable y debe ser tarea de cada persona asegurar que entiende los beneficios y la mejor manera de palear posibles riesgos involucrados.
     El costo de oportunidad. El costo de oportunidad de no usar nuestros recursos es real. El costo para esta generación de tener  verdes parajes, supuestas aguas limpias y una geografía con imágenes intactas, se pagará con el subdesarrollo, la  pobreza, la falta de oportunidades, el desempleo y desaprovechamiento de los recursos.
      Los ajustes al margen. Los ajustes que las personas harán al desarrollo no serán radicales. Los harán en tanto prefieran unos nuevos beneficios sobre otros tradicionales. El empleo, se aumentará escogiendo cómo y cuándo abrir las puertas a nuevas tecnologías, incrementando a su ritmo y a su tiempo, al margen de lo conseguido, qué adelantos se escogen primero para la comunidad.
     Los incentivos importan. Los incentivos del uso de recursos tienen que ser claros y tributar su parte primordial a la comunidad que los aporta. Por eso es tan importante que todos los pobladores exijan que el gobierno promueva la propiedad privada del subsuelo, para que los beneficios sean privados y concretos en vez de dispersos e invisibles.
     El intercambio es mutuamente beneficioso. Como las comunidades no son autosuficientes por eso permitimos que empresas que tienen el conocimiento, el capital y la capacidad instalada contribuyan en el aprovechamiento de los recursos. Con los incentivos correctos, ambas partes se favorecerán del intercambio.
   La asignación de los recursos por medio del sistema de precios. La asignación de los recursos locales en el mercado internacional, es una información de dos vías en la cual el mercado y los precios operan dando a los oferentes de materia prima, a los usuarios y a los compradores del producto el conocimiento que necesitan para coordinar entre si el intercambio.
    El papel del gobierno. El gobierno debe asegurar los contratos, el cumplimiento de las leyes ambientales, el pago de regalías y proteger los derechos de las partes involucradas en la transacción. También debe defender a los trabajadores, a la empresa y a las poblaciones de intervenciones y medidas de hecho cuyo carácter es político para el control poblacional y no el desarrollo de los habitantes.
      El estándar de vida depende de la productividad. Los pueblos que se esfuerzan por producir más viven mejor. Producir más implica permitir la inversión en capital, en maquinaria y en tecnología. Por eso la gente de las ciudades capitales gana más y  vive mejor que la gente de las poblaciones rurales.
      La libertad económica de producir, de precios y de tener ganancias. La libertad económica significa más productividad responsable. En donde la gente tiene libertad de usar sus capacidades, su esfuerzo, podrá crear bienes y servicios o ideas que una vez en el mercado, los consumidores se aprovecharan de ellas y eso sacará del atraso y subdesarrollo a nuestros pueblos. 

sábado, 6 de agosto de 2011

Los principios económicos --otra aplicación--

A.      Todo es escaso, menos la tinta para imprimir dinero
B.   Escoger y priorizar, innecesario pues de esa imprenta obtenemos fabricas, tecnología y empleo
C.    El costo de oportunidad, el sacrificio de no tener una cosa por obtener otra no existe; todo podemos obtenerlo.
D.  Las decisiones al margen, realmente la cantidad de insumos y los costos de producción determinan el valor de las cosas por eso es tan importante separar la macro de la microeconomía
E.   Los incentivos importan, no tanto las instituciones; mas las políticas públicas, pero realmente son mas importantes las buenas intenciones
F.       El intercambio es siempre mutuamente beneficioso, bueno, excepto en el mercado.
G.     La asignación de los recursos por medio del sistema de precios. Si tiene duda consulte los índices de precios aprobados por el ministerio de economía.
H.     El papel del gobierno, asegurar que el mercado este “bien organizado”.
I.   El estándar de vida depende de la productividad, excepto cuando el gobierno tiene jugosos programas sociales (producto de la imprenta, vea A)
J.  La libertad de producir, de precios y para tener ganancias, eso en caso de la competencia, en mi caso prefiero proteja mis productos frente a la competencia.

Si las explicaciones para estos puntos no te suenan bien, me alegra, hay esperanzas para ti.

lunes, 11 de julio de 2011

Las malas leyes y la muerte de Facundo Cabral en Guatemala

Facundo vivió como hijo del mundo y murió como guatemalteco, dijo un amigo en Facebook. Guatemala es ciertamente un lugar peligroso. Las tesis se desbordan, que si el empresario, que si los políticos, que si los de seguridad… hay en Guatemala un espíritu necrófilo. Pero eso no empezó ayer. Lo hemos cultivado por sesenta años, y seguimos, oyendo desde el aula universitaria que “la ética es una idea burguesa” y que “la religión y la moral son un sub producto de la ideología”.

Hemos visto para el otro lado cuando oímos que “el fin justifica los medios” y que con tal de terminar con los ricos, “los mártires que nos fabriquemos son enteramente válidos”. Hemos hecho oídos sordos cuando se dice que “las razones o causas políticas justifican las medidas de hecho”. Nos hemos hecho los tontos, cuando oímos que “no hay valores absolutos”. En fin, vivir entre mentiras, relativismo moral, simulación de afectos e indiferencia jurídica, tiene un precio: cosechar la fruta amarga de la muerte.

Henri de Lubac, el teólogo francés y uno de los representantes de la Nouvelle Théologie, lo dijo, elocuentemente, a finales del siglo XX: “cuando el hombre mata a Dios, terminan matando al ser humano”. Las dos guerras mundiales y las revueltas e insurrecciones regionales del mundo le daban la razón a de Lubac. En Guatemala dijimos que “Dios era producto de la supra estructura ideológica” y lo dijimos en tono doctoral o con el latiguillo discursivo de la política para sonar más interesantes.

Las malas ideas han producido malas leyes, es decir, aquellas que no protegen al ser humano, su vida, su propiedad y su libertad. Son malas además porque se entremeten, más de la cuenta, en la vida de los ciudadanos convirtiendo en político (o público) aquello que no lo es (comprar, vender, contratar, etc.), justificando a los ciudadanos que le juegan la vuelta a la ley, produciendo insensibilidad jurídica; es decir, son malas porque elevan irracionalmente los costos de transacción, seduciendo a su desobediencia. Finalmente, resultan pésimas porque producen privilegios, a unos porque tienen poder económico, a otros porque tienen poder político y a otros porque no tienen ni lo uno ni lo otro. Cuando “todos tienen privilegios”, “ninguno tiene derechos ciudadanos firmes” y eso destroza la republica.

Los doscientos años de fracaso de vida republicana se basan en las malas leyes que no protegen a la persona. Por eso la muerte, la pobreza y el subdesarrollo son el resultado del mal gobernante que se opone a la reforma del Estado y nos deja en el desamparo, sufriendo la crudeza de su fracaso político. Cada asalto, cada muerto, cada robo, cada joven sin hogar, sin empleo y dispuesto a servir a las peores causas, es una muestra de cómo el Estado le han fallado a los guatemaltecos.

La muerte de Facundo, de un hombre de una fe profunda y de ideas poéticas, tan horrible y trágica como es, es resultado de la popularidad de las malas ideas y malas leyes en Guatemala. Ideas que los guatemaltecos repetimos y seguimos, sin analizar su parte en la tragedia que vivimos. ¿Será que doscientos años de fracaso no son suficiente evidencia de que urge reformar el sistema y oponernos a las malas leyes y malas ideas que nos tienen cautivos?

¿Por donde empezar? Por buscar la reforma del sistema por medios jurídicos y medios políticos. ¿Vestirse de negro? ¿Vestirse de blanco? En un país lleno de formalismos, amagos y simulaciones esos pasos no terminan de convencerme porque algunos piensan que con eso ya hicieron su parte y no son responsables de hacer algo más. Estas son las lapidarias palabras del ciudadano del mundo que se nos hizo solidario en su muerte: “La sociedad humana está tan mal, por las fechorías de los malos y el silencio de los buenos” (FC). Adiós Facundo, desde tu Chichicastenango, tu Tikal, tus lagos y volcanes. Desde todos los corazones que disfrutamos tu música, salpicados de amor con cada lagrima que hoy se derrama por vos.

miércoles, 15 de junio de 2011

Los incentivos en las decisiones públicas

Esta breve discusión trata de lo que se conoció originalmente como las “decisiones hechas afuera del mercado”. Se refiere al acuerdo de un grupo multidisciplinario liderado por James Buchanan y Gordon Tullock, que en los años 60s trataba de explicar como funcionan los procesos democráticos en la práctica. Este amplio grupo de investigadores sociales norteamericanos, politólogos, sociólogos, antropólogos y economistas, vendrían a representar después lo que se conoce como Public Choice.

Esta disciplina es una aplicación de la economía a la política, en especial a los arreglos institucionales. Consiste en un método para pensar sistemáticamente en cuál es el impacto que tienen los incentivos sobre ciertas personas o grupos en la formación de políticas públicas. Por supuesto, esto no se aplica solo a la política estatal, sino a todas las decisiones que abordan la solución de problemas de grupos, como clubes, agrupaciones, condomines o comunidades políticas mayores. Una publicación importante fue la obra "The Calculus of Consent", de Buchanan y Tullock, de 1963, que aglutinó a muchos investigadores, quienes adoptaron en su reunión anual, de 1967, el nombre de Public Choice, que aquí traducimos libremente como Opción Pública. También se le conoce como el análisis económico del derecho o de las normas.

La metodología no es monolítica en tanto sus adherentes la aplican a diversos intereses: economía experimental, economía conductual, economía institucional y economía del bienestar entre otras. Los seguidores, además, representan diversas ideologías, que van desde el Keynesianismo, el neoclasicismo, hasta el liberalismo clásico en materia económica. Parecen coincidir, sin embargo, en que los fracasos de la organización social no son producto  del mercado, pues hay en esos temas más tela que cortar que las tijeras disponibles en manos de los confeccionadores del pesimismo económico.

Para aterrizar lo dicho hasta aquí, diremos que lo que esta en juego es si “las políticas publicas” son socialmente efectivas y siempre beneficiosas. Cuándo debe intervenir el Estado y cuándo no debe hacerlo. ¿Puede construirse una metodología que predice cuándo fallará la acción gubernamental como se usa para predecir los resultados de ciertas decisiones del mercado? Es que a menudo lo que se anticipa del mercado es rechazo ideológico sin ver el resultado; mientras en la política pública se critica el resultado sin preguntarse cómo, con incentivos de mercado, pudo ser exitosa.

Por ejemplo, en una economía, la brecha entre el output (producción) potencial y el real es aceptada simplemente por detectar la diferencia entre lo uno y lo otro, y de eso se sigue que el mercado fracasa por no alcanzar su óptimo. Desde la opción pública resulta más importante comparar arreglos institucionales que aspirar a un ideal desconocido.

Otro punto importante es que las personas tenemos conocimiento imperfecto y costoso. Pero es posible pedir privilegios a grupos y obtenerlos, desconociendo que con eso estamos trasladando costos a terceros. Por ejemplo, educamos gratuitamente a los habitantes en las grandes ciudades a costas de la falta de escuelas u otros servicios básicos en el área rural. Esa imposición de costos sobre terceros se llama “externalidades” y ocurre en los subsidios al transporte urbano, por ejemplo, a expensas de aquellas ciudades en las que no hay transporte publico. Así, los premios, subsidios y ventajas, a ricos o pobres, según sea el caso, son imposiciones que se traducen en perdidas a otros.

Es posible que los comedores solidarios tengan un costo en contra de los que se dedican a vender comida que sufren ya el desempleo o subempleo. Es posible que la protección a la importación de azúcar o cemento sea potencialmente nociva al encarecer ese producto a los consumidores locales. Es posible que una mala privatización, sin competencia y con socios económica o políticamente poderosos, ponga al público a merced de monopolios como paso con la privatización de Aviateca en el caso de Guatemala. Hoy es más caro volar a Centroamérica que a Estados Unidos. La consecuencia la sufre el pueblo.

Para evitar esos incentivos perversos los estudiosos de la opción pública se atienen al análisis de las normas de toma de decisiones colectivas. ¿Cómo se verían, analizados desde el punto de vistas de las opciones públicas, los efectos regulatorios del código de trabajo?  ¿Quién gana y quien pierde?  ¿Logra el cometido de proteger al trabajador o solo lo secuestra en situaciones laborales indeseables? Y ¿en cuanto a la ley del seguro social?  ¿Conviene al trabajador la capitalización colectiva? ¿Qué impacto produce sobre los administradores del seguro social la indiferencia que produce la capitalización colectiva? De nuevo ¿Quién gana y quien pierde?  ¿Es eficiente o dañino para terceros?  Por eso las reglas son tan importantes.

No siempre las mayorías tienen la razón y por eso no podemos concluir que esa regla sea la mejor ni la única para arreglar diferencias. A veces esta norma aumenta costos escondidos y sacrificamos a terceros en el altar de la simpleza en la forma de votación.

Estamos ahora en plena campaña electoral. Cual es el papel de los partidos, los candidatos y las normas en este proceso. No cabe duda que los partidos con su propaganda y debates dan a conocer sus propias plataformas y tratan de desacreditar a los competidores, informando de sus deficiencias. Ambas actitudes aligeran los costos de información de los votantes. El ISN con su proyecto "Se Busca Presidente" también contribuye a reducir esos costos.  ¿Pero cuál es el costo de una segunda ronda? ¿Cuál es el riesgo político sobre los mejores candidatos? ¿Qué nos enseña Perú sobre este particular? Las rondas simultáneas que ordenan y definen al ganador en la primera vuelta es una propuesta típica de opción pública.

Como votantes queremos que el gobierno nos de mas, a costa de lo que sea. En Europa los ciudadanos exigen sus “derechos”, sin importar el colapso del Estado. Si fue dado a otros, yo también lo merezco, y si el Estado quiebra pues que quiebre. La idea antigua de que el Estado nunca quiebra ha quedado atrás. Recordemos que la reconfiguración de la ex Unión soviética o de la Cuba actual tiene una causa económica.

Para terminar, veamos algunas categorías propias de la opción pública: El ser humano, de él se dice que tiene conocimiento imperfecto. Del Estado se dirá que sus decisiones deben medirse por sus efectos concretos y no por sus intenciones. De los partidos políticos se postula que reducen los costos de los ciudadanos de decidir qué hacer con el gobierno. De las normas, estas hace predecible la conducta en sociedad y su arreglo puede ser infinitamente creativo, pero toda ley genera costos e ignorarlos es fatal. De los impuestos se dirá que el costo de tener gobierno no debe ser más oneroso que sus beneficios. De la población, es necesario analizar qué pide y qué se le da, porque la gente negocia hasta su propia esclavitud, con tal de creer que obtiene lo que quiere. En cuanto a las ideas de “republica y la democracia”, ya hemos dicho, en otras ocasiones, que los controles republicanos son social o económicamente caros pero preservan la libertad, cosa que al espíritu de mayorías le tiene sin cuidado. En fin, estas son algunas de las categorías a tomar en cuenta en el análisis de los incentivos que se generan al considerar el lado económico de las normas y de las instituciones.

lunes, 6 de junio de 2011

La libertad, conceptos deseables pero socialmente irrelevantes

Estados deseables que los hombres llaman libertad sin ser libertad en sentido socio político.
Una de ellas es la libertad política que se entiendo como la posibilidad de elegir un gobierno. Definir la  libertad como  la participación en la elección del poder público es válida pero no es el concepto original de libertad.
Una manera de poner a prueba este concepto político frente al concepto original de libertad es si se puede usar ese poder para elegir la esclavitud. No nos cabe duda que muchos pueblos de hecho han procedido de esa manera.  En Venezuela se ha dado a Chávez el poder para gobernar por decreto. Eso significa “mi palabra es la ley” lo cual esta bueno para una canción pero no para la vida civilizada. Votar para someterse a la esclavitud de un hombre es permitir a las instituciones que coaligadas al poder de un nuevo monarca, nos sojuzguen y nos digan qué hacer y qué no. Es someternos a la voluntad arbitraria de un super poder.
En este sentido, ni el monje ni el recluta son libres. Han entregado su voluntad a las órdenes de un superior, y han abdicado a su libertad en nuestro sentido original. Escoger quién me gobierna o me esclaviza no es ejercer libertad en el sentido social original. Aplicar esta libertad política a la autodeterminación de los pueblos como ya vimos tampoco es describir siempre a un pueblo de hombres libres.

La libertad subjetiva (interior) tampoco es libertad en el sentido social original
El otro concepto que se relaciona más íntimamente con la libertad individual y se puede confundir más fácilmente con ella es la libertad interior. Consiste en ser guiado en sus actos por su propia voluntad, por su razón o por su convicción y no por las circunstancias del momento.
Pero lo opuesto a la libertad interior no es la coerción externa de otros sino la influencia interna sobre sus emociones o la debilidad moral o intelectual.  Es posible tener libertad interior y seguir siendo esclavo en el fuero externo. Es posible tener libertad social y seguir siendo esclavo en el fuero interno. De donde, la libertad interna no es a la que nos referimos al hablar de la libertad en el sentido original. La persona a quien le falta la libertad interior será sujeto a sus pasiones interiores o esclavo de sus vicios pero no necesariamente por coerción exterior.
El problema surge cuando decimos que una persona no es libre porque su ignorancia o superstición le inhiben de hacer lo que el haría si estuviera mejor informado, por eso decimos que el conocimiento libera. Esa libertad sin embargo no es libertad social. La libertad interior puedo ejercerse sin tener libertad social, como  Viktor Frankl, el psiquiatra sometido al campo de concentración escribiría después, que aun estando atado a un poste en el paredón de fusilamiento yo puedo escoger si morir con dignidad o sin ella. De la misma manera, la libertad interior puedo esgrimirla o abdicarla, sin tener libertad en el fuero externo. 
Si puedo o no escoger, inteligentemente, entre alternativas, es una cosa distinta a la imposición de la voluntad arbitraria por parte de un prójimo. Quizá el punto de conexión es que una persona informada ve la coerción o ve la ignorancia como circunstancias que pueden superarse. Por eso concluimos que, filosóficamente, libertad interior o libertad de la voluntad no equivalen al sentido original, social, de ausencia de coacción arbitraria. No es necesariamente esclavo, en el sentido social, quien esta plagado de limitaciones en su interior, siempre y cuando tenga libertad externa. Como tampoco es necesariamente libre quien puede hacer lo que debe hacer sin condicionamientos alguno, porque estos nunca faltan.

La libertad es algo distinto a la habilidad física “de poder” hacer lo que yo quiera
El poder para satisfacer nuestros deseos se considera libertad. Es posible considerar esta capacidad o poder como metáfora de libertad. Ya aludimos la ilusión de volar, o viajar al fondo del mar como un poder para despojarnos de las limitaciones que ahora tenemos. Pero no tiene que se un sentido metafórico, puede ser un sentido literal. Tener los bienes que nos dan poder para hacer lo que se quiere.   
Sin embargo, la libertad de obstáculos no es libertad de la coerción o el sentido original.  Si el poder es la base, cualquier cosa que no podamos hacer se vuelve obstáculo de la libertad. Lo mas grave es que, socialmente hablando, nos hace confundir el concepto original y conduce a confusiones. Poder viajar, poder comprar, poder casarme con la realeza, poder dar la vuelta al mundo; poder vacacionar en Colorado Springs o en Saint Moritz, Suiza, no es libertad. 
Por ejemplo: yo puedo decir que, “la pobreza te priva de libertad, (porque no tienes medios para hacer lo que quieras). Yo te doy lo que necesitas, vota por mí entregándome tu libertad para que yo pueda devolvértela en las cosas materiales que tú necesitas”. Eso se llama “tiempos de sobornalidad”. Pero un momento, lo que yo te prometí no es realmente libertad, te prometí cosas que no sabemos si te entregaré. Pero lo que te pedí a cambio si fue tu libertad y esa si deberás entregarla, es decir, la vas a perder.
Por eso, no se debe usar la palabra “restricción” en donde se esta hablando de “coerción”. Yo te prometo aliviarte tus restricciones pero es solo una promesa frente a obstáculos que ahora tienes. A cambio, te entregaré coerción que se refiere a la discrecionalidad de mis órdenes, las cuales recibirás para hacer solo lo que te esta permitido. La coerción que te entrego a cambio de tu libertad incluye la restricción, pero es más amplia. Es importante aclarar que no se le debe temer a la restricción y al constreñimiento salvo cuando aluden a limitaciones distintivamente diseñadas por el hombre.
Comprender la libertad como poder para hacer, domina en EEUU y se traduce a libertinaje. Demandar libertad es demandar poder para y si me prometen darme ese poder, entonces estoy dispuesto a aceptar la coerción del Gobierno Federal a cambio de entregar mi libertad, lo cual habrá sido pagar un precio muy alto. 

domingo, 22 de mayo de 2011

“La idea de Dios no sirve para nada…”

Siempre llego a los coloquios académicos con la guardia baja. Es que yo voy mas interesado en la lectura asignada, en escuchar a mis colegas y en compartir lo del texto leído. No encuentro esta visión en todos mis interlocutores. Los hay más religiosos en su discurso y hay otros abiertamente propagandísticos en sus ideas ateas. Nada de eso me asusta y trato de no reaccionar para no ceder al impacto efectista de la propaganda, hasta que la irracionalidad es evidente.

El tema que discutimos el jueves pasado era la mente y el desarrollo de ella. La discusión, por parte de los interlocutores ateos, se centró en la evolución que no era ajena a la lectura pero no era el epicentro de ella. Las fragilidades metodológicas de las afirmaciones, tampoco me interesa discutirlas en ese ámbito porque es un tema que siempre he considerado asunto de presuposiciones. Se trata de “hipótesis de trabajo” dispares, cuyos supuestos se hallan en la antípoda del otro. Yo no puedo probar la creación; tú no puedes probar la evolución. Si las mutaciones conocidas van en contra de la selección natural, tu defiendes el punto, con toda candidez, diciendo que las mutaciones dañinas nos están preparando para otro ambiente en el que esos “defectos” serían perfectamente normales. Tales caprichos, poco “falseables”, son los que la filosofía encontró y señaló en contra de la teología. Pues, metodológicamente, abundan en el tema aludido.

Un estimado colega dijo, en medio de tales disquisiciones, mas serio que en broma, “la idea de Dios no sirve para nada”. Ese “efectismo” me pareció una perfecta ilustración precisamente de lo que K. R. Popper y F. A. Hayek no enseñan. Es una afirmación arrogante, como mucho de lo que se originó con la Ilustración, cuando el hombre hizo, de sus pequeños campos de estudio, ámbitos absolutos en los que no hay lugar para nada más. Esa des-integración y desarticulación de la realidad ha permitido poner en pugna tradición, historia y  cultura. Se contrapone naturaleza a historia, hechos a valores, lo secular a lo sagrado y las normas a la tradición. Defecto del que adolecen quienes pueden hacer análisis diacrónicos, observaciones analíticas, sin importarles mucho la historia del pensamiento que milita en su contra.

Pensarse dueño de la verdad matemática, astrofísica o biológica, no da derecho a nadie a descontar los ámbitos de conocimiento que a él no le sirven. Se trata de una actitud bastante anti liberal. Hace muchos “siglos” leí que para Popper la fe era el compañero sin crédito en las ciencias. Por eso el no temía, ni aun a los mas atravesados mitos culturales, porque podrían aportar herramientas conceptuales para descubrir la verdad científica. Ni Popper ni Hayek afirmaron la inutilidad o desutilidad de la idea de Dios. Es mas, Hayek dijo que los clérigos son los trabajadores públicos no pagados, porque al transmitir las normas y valores de la tradición, comunican importantes enseñanzas, útiles para la convivencia respetuosa entre seres humanos.

En la revelación, esas cosas tienen un efecto didáctico y por eso naturaleza, historia, cultura y tradición se mantienen unidas. El espinazo de la revelación es la historia, como se ve en un 70% de ella. Una historia interesada en quién es Dios y qué hace Dios. Creer que la idea de Dios por si sola es inutil, es una ingenuidad, porque es una idea que nunca esta sola. Es útil, precisamente, porque contiene valores, tradiciones, historia y normas éticas. Por todo eso, la gente de fe no separa el impacto de los descubrimientos científicos sobre su fe y tampoco rechaza la ciencia sino da gracias a Dios por ella.

domingo, 15 de mayo de 2011

Cómo definir y entender la libertad

(Este es el inicio de la conferencia presentada a la mesa del ISN, el 16 de marzo de 2011)
Proponemos una definición muy simple para entender lo que es la libertad. Es la ausencia de la coacción arbitraria de un tercero. Eso significa que nos preocupa la libertad entendida en el marco de las relaciones sociales y políticas. Por eso, tendremos que ir descontando otros conceptos de libertad a lo largo de esta charla, no porque no tengan valor, sino porque no nos ayudan en el sentido social y político que subrayamos aquí.

Nos referimos a la libertad individual o libertad personal. Este es otro punto que deseamos dejar claro desde el principio. La tentación es la de afirmar la libertad como autodeterminación de los pueblos. En ese sentido, puede un pueblo ser libre puertas afuera del país y ser esclavo hacia adentro. Quienes quieren un estado omnipotente, no quieren hablar de libertad individual, prefieren hablar de la libertad frente a los imperios, claro, sin tener la menor idea de cómo se enfrenta un imperio. No se le enfrenta con políticas que promueven la miseria si no a la inversa. La minúscula Suiza que cabe dos veces en el Salvador y tres en Guatemala, tiene más herramientas para combatir el imperialismo que el gigantesco Brasil.

A las libertades personales, en el Norte, se les denomina también, libertades civiles. Hayek dice que esto no debe confundirse con las libertades políticas, si bien ambos conceptos “libertades civiles” y “libertades políticas” vienen de la misma palabra, civitas en latín y polis en griego que significa ciudad. Pero deben mantenerse muy separadas porque las libertades civiles hoy las entendemos como las libertades básicas del ser humano la vida la libertad y la propiedad; y las libertades políticas son las que están enderezadas a los derechos de participación política, como elegir y ser electo, que en tiempo y extensión difieren de las libertades civiles.

El concepto libertad que explicaremos en esta conferencia es la libertad en el sentido original del termino.  En Europa, los hombres, históricamente, se dividieron en hombres libres y no libres o esclavos. La diferencia entre ambos es que uno actuaba según sus propias decisiones mientras el otro estaba irremisiblemente sujeto a la voluntad arbitraria de otro.

Por eso, aquí definimos libertad como la “Independencia de la voluntad arbitraria de un tercero”.  Este sentido no solo es el significado original de libertad en occidente, sino que describe un estado deseable por razones diferentes. Distinguimos este concepto de lo que llamamos libertades, en plural, que no son conceptos relacionados a la libertad original sino conceptos diferentes y aun en conflicto con la idea original de libertad.

Aclaramos que "libertades", en plural, puede entenderse como concesiones o permisos, y si son permisos ya no son el derecho fundamental de la persona, la libertad en su sentido original es un derecho que es anterior y superior a autoridad alguna. El conflicto se presenta en que si es concesión ya no es derecho, por tanto, libertades no describen adecuadamente el derecho fundamental frente a la voluntad arbitraria de un prójimo.

Sin embargo, debe aclararse que la libertad en este sentido original se refiere solamente a la relación entre seres humanos y se ve infringida únicamente cuando otros seres humanos la restringen. La imposibilidad de volar por los aires o de nadar al fondo del mar nada tiene que ver con este sentido original de libertad. Quedar atrapado en la copa de un árbol del cual no puedo bajar, o en el risco de una montaña o en el fondo de una cueva sin salida no son privaciones de la libertad original, a pesar de que lo parezcan. Los 33 mineros chilenos no fueron privados de su libertad en sentido original. Dicho con claridad, las posibilidades físicas no tienen pertinencia frente a la libertad original. Privados de alternativas u opciones están pero no en el sentido que se le da a este término en la vida en sociedad.

Los cursos de acción disponibles son importantes pero lo más importante en la sociedad es si al actuar estoy en posibilidad de seguir mis propios planes, si mis patrones de conducta son de su propio diseño o si estoy constreñido por otros para hacer con mi vida, mis bienes y mí tiempo lo que otros quieren. La libertad la mediré en cuanto a si puedo darle forma a un curso de acción de acuerdo a mis intenciones presentes. Libertad presupone entonces que el individuo tiene una esfera privada que otros no pueden interferir.

sábado, 30 de abril de 2011

Cómo desgarrar a una nación

La fruta amarga de la guerra se prueba todos los días. Por cerca de 40 años aprendimos que era posible quitar a otros lo propio y dijimos esta bien que algunos paguen, parece ser la única condición para que el resto viva en paz, y miramos para otro lado. Durante esos años, algunos guatemaltecos se dedicaron a saquear y destruir infraestructura, para llevar al país a una situación “pre-revolucionaria”, y el resto dijimos esta bien, parece que el abuso al derecho ajeno es la única forma en que el resto viva en paz, y miramos para otro lado.  En esos años, aprendimos a no hacer preguntas cuando se hablaba de muertos y torturados y los demás dijimos esta bien que algunos mueran, no podemos hacer nada para evitarlo.

Esa guerra infeliz terminó pero las actitudes que creo castraron el espíritu de los ciudadanos. En la gran escuela del mal, aprendimos que cuando alguien quita lo propia a los demás todos ven para otro lado y el sistema de justicia ya no se impresiona por nada. En esta sociedad descompuesta, aprendimos que abusar del derecho ajeno  es incluso tolerado si crees tener una causa política para hacerlo. Si tú eres la víctima, no tendrás consuelo pues el resto mirará para otro lado  y el sistema de justicia tratará las cosas “políticamente”, como torpemente ha declarado el presidente de la Corte de Constitucionalidad.

Lo mas grave, es que diariamente mueren unas 15 personas en diferentes hechos de violencia. La “gran sociedad” ha decidido tomar esto con mucho humor, prohibiendo una serie de cosas que ya están prohibidas en el Código Penal. Solo puede deberse al “buen sentido del humor chapín”, y a la falta de seriedad de los guatemaltecos, que promuevan una ley contra el femicidio en vez de una reforma al Organismo Judicial. Las ONGs que se encargan de asuntos de género están convencidas que es asunto de mas leyes y defienden esta postura con una seriedad que mueve al llanto.

Los diputados toman los rábanos por las hojas y crean leyes impertinentes. Como los crímenes se comenten en moto, prohíben que dos personas anden en moto, en vez de promover una reforma al Organismo Judicial. Si descubren que X porcentaje de los crímenes se cometen con cuchillos de cocina, mañana, sin parpadear, prohibirán los cuchillos de cocina, creyendo que el problema esta en los objetos y no en el ser humano. 

Los guatemaltecos en corrillos dicen “si todos nos pusiéramos de acuerdo” podríamos arreglar este país. ¿Pero es que alguien en su sano juicio cree que es posible poner a todos de acuerdo? Sobre todo, ponerse de acuerdo ¿en qué?  ¿En poner la carreta delante del caballo, como en los casos mencionados? En vez de promover la reforma al Organismo Judicial, seguimos haciendo diálogos, acuerdos, buscando consensos, sin ver la violación clara a la ley, cuando el Presidente y su esposa han confesado, por todos los medios, que conspiraron para jugarle la vuelta a una prohibición republicana.

La indiferencia a la violencia fue aprendida; hoy esta disfrazada con las mentiras sociales que escogemos creer. La indiferencia a la ley fue aprendida; hoy esta adornada con la falsa juridicidad con que vestimos la muerte. La indiferencia al prójimo fue aprendida; hoy esta ataviada de mentiras y del robo de la esperanza con la “medicina falsa” que le compramos al sector internacional. El cáncer del paciente se cura con medicina “regalada”, no importa si son solo aspirinas, lo que importa es que “médicos con bata blanca del extranjero” las recetan y además “parecen” gratis. Así, a lo único que hemos acertado es a continuar la guerra en tiempos de paz, desgarrando el alma de una nación. 

martes, 5 de abril de 2011

Adiós, Joseph Keckeissen

Anoche, domingo 3 de abril, falleció el Dr. Joseph Keckeissen, profesor de economía de la Universidad Francisco Marroquín y un gran amigo del CEES. "Joe" sufrió una apoplejía hace unos meses lo cual aceleró este triste desenlace. Hermano de la orden salesiana, economista, discípulo de Mises en Nueva York, enseñó en la Universidad casi desde su fundación. Una docena de cursos sobre economía en ESEADE, hoy “Escuela de Negocios”, me despertaron una especial admiración por el profesor Joseph Keckeissen.

Sus ilustraciones eran memorables, sus citas del profesor Mises siempre venían de sus clases con él. El trato noble y generoso a los opositores era ejemplar. Vimos desfilar a varios banqueros, de todas las persuasiones económicas, en el curso “Dinero e Interés”, a quienes trató con cordialidad, especialmente, cuando se trataba de funcionarios de la banca central.
"Joe", claro, puede ser recordado por los conceptos como tasa de capitalización, el tiempo como factor económico, la economía de giro uniforme, la renta económica o cosas por el estilo. Pero la verdad es que esas cosas son relativas cuando se comparan con su bondad como ser humano, visto a la luz de aquellas cosas muy personales que debió sacrificar o sobrellevar para dedicarse a los estudiantes y a la docencia.
De espíritu humilde, de convicciones fuertes y temperamento manso, "Joe" exponía las virtudes de un santo juntamente con las académicas, profundidad, claridad y sencillez. El acento extranjero era pronto olvidado, cuando chispeantes observaciones de preocupaciones estudiantiles se convertían en los ejemplos de los temas económicos.
Su sentido del humor era patente en cada clase. Cuando ponía un problema que dejaba abrumados a los estudiantes rompía el silencio de la clase diciendo: “hasta un caballo muerto podría ver la respuesta”. O se acercaba a la fila de enfrente y preguntaba a alguna señorita, “¿Podría usted construir un imperio con un ratón muerto? tras el silencio decía…Disney lo hizo.” O preguntaba, "¿Qué incentivo por encima de su costo de oportunidad es el que saca a Michael Jackson de sus pijamas para que vaya a cantar?"
"Joe" era un hombre de grandes virtudes. El conocimiento no era todo, también lo era el sacrificio. Sacrificaba el cómodo ambiente de la universidad o de la capital para viajar tres días de la semana a enseñar a Quetzaltenango y tres días volvía a la capital para enseñar en la universidad. Viajes largos de cinco horas, dos veces por semana, hasta el último año, antes de la hemiplejia, representaban grandes demandas auto impuestas sobre su frágil salud y humanidad, especialmente, tratándose de una persona mayor de 80 años. Ese era el espíritu noble y servicial de "Joe", el espíritu de un gigante.
No tengo ninguna duda que las virtudes, talentos y abnegación, en el caso de "Joe", se explican solo apartir de su fe en Dios. Una cruz en su pecho recordaba a sus estudiantes la profunda vocación religiosa de este gran hombre. Por eso, los valores, la fe, la bondad, la ética y el altruismo no eran ajenos a la economía que "Joe" enseñaba, sino eran temas perfectamente compatibles con los costos de oportunidad y valores subjetivos de la praxeología. Lo dije algunas veces en persona y ahora lo digo en público: Gracias "Joe" por habernos dado tantos ejemplos sobre cómo vivir para los demás.  
Tomado de la página del CEES. http://www.cees.org.gt/index.php/Portada

domingo, 27 de marzo de 2011

El dinero: Usted vs el Estado

Cuando usted mete su mano en el bolsillo o saca de su billetera dinero, no piensa en las implicaciones de lo que mencionaremos aquí. Seguro que lo que ha sabido sobre el dinero es tan antiguo como su vida misma y por eso no piensa en él de manera diferente. Primero, es interesante pensar que el dinero no siempre ha tenido la forma que hoy tiene. Anterior a esta forma el dinero era toda aquella mercancía de la que me podía deshacer para intercambiarla por otra. Exacto, eso se llama trueque y eso fue el dinero antes de lo que conocemos hoy. Pieles, cacao, metales o animales fueron moneda a la vez que eran bienes de consumo.

Pero ¿cuál era el propósito del dinero originalmente? Debido a los problemas que el trueque generaba, la gente descubrió la moneda como medio de intercambio. El dinero tenía como propósito poder separar el acto de comprar del acto de vender. A eso le llamamos facilitar el intercambio. Otro propósito era tener un depósito de valor desde el cual poder descargar tu riqueza para poder comprar y poder vender en cualquier momento sin sufrir pérdida de valor, con transacciones a lo largo del tiempo. Así se guardaba el valor de un día para otro, para poder hacer uso del dinero. Finalmente, el otro propósito era hacer posible el cálculo económico. En otras palabras, servir como unidad de cuenta para saber cómo invertir, cuanto gastar y a qué precio vender para tener ganancias.

Segundo, a finales del siglo XIX la institución del dinero sufrió un cambio. La discusión en el siglo XVIII y XIX había sido como se respaldarían la emisión de moneda, por un lado, y los ahorros, por el otro, con el 100% de reservas; no se discutía si eso era bueno o deseable, sino cómo lograrlo. Pero al final del siglo XIX, cuando esa misma discusión se planteó de nuevo, en lugar de evidenciar los daños que las reservas fraccionarias causarían al patrimonio, se descartó la discusión de modo triunfalista. No pasó mucho tiempo para que el sector público asumiera como cosa propia el control de la emisión de moneda y se olvidara de la discusión de la expansión del crédito por medio de los depósitos a la vista.

Tercero, el sector público con la concentración de poder, de la emisión monetaria y de la voluntad política para hacer uso de ella a su antojo, empezó a experimentar con la moneda expandiendo el dinero en poder del público. Esto interfirió en los precios, afectando a todos los bienes relativamente, es decir, suben los productos pero no los salarios (ambos son precios), pero no suben igual. Tras esa distorsión de precios el dinero perdió su papel como herramienta útil para que el consumidor soberano se pronuncie sobre qué productos satisfacen o no al consumidor.

Cuarto, el gran cambio que sufrió la filosofía del dinero en manos del sector público fue la de utilizarlo para dar créditos sin que antes hubiese ahorros; también para financiar las deudas de manera mas barata, digamos a inversionistas ineficientes; pero, de manera especial para financiar el gasto “beneficioso” del Estado. 

 Así, se re definió el dinero facilitando el pago de las deudas de los insolventes, facilitando la descarga de la producción ineficiente, e imponiendo la idea de que el Estado puede usar el dinero en "función política," independientemente del mercado, dado que es él quien lo emite. El resultado de eso ha sido que el consumidor ha perdido la capacidad de premiar a los productores eficientes (inflación); de igual manera, el Estado sufre de gigantismo con su uso político de la moneda (elevado gasto público) y, finalmente, se ha hecho difícil el cálculo económico (burbujas económicas).

Nuestra idea es devolverle el dinero a la población. El dinero no tiene nacionalidad, ni expresa soberanía, como tampoco lo expresa la carne o las verduras que se consumen en una región o país. Si las pieles, el cacao, los metales y animales, la moneda de ayer, fueron propiedad privada, no veo porque la emisión de la moneda hoy no pueda serlo. Detrás de la  lucha contra la inflación lo que se haya es un argumento a favor de la protección de los derechos de propiedad de todos los ciudadanos. Sacar al gobierno de la emisión de moneda no quiere decir facilitar el pillaje; quiere decir, basar la emsisón en confianza, confianza y mas confianza en vez del curso forzoso.