domingo, 23 de septiembre de 2012

Carl Menger, la economía y la sociedad


Tras terminar una platica sobre el árbol genealógico de la Economía Austriaca, descubrí que mis oyentes necesitaban primero una clase de economía para entender la “austro economía.”  Al explicar de nuevo a Carl Menger considero importante destacar que su propuesta consiste en proveernos una herramienta mental importante para entender como actúan las personas. He decidido tomar como base, la acción humana, la producción, comprar, vender, los precios y la sociedad, para suplir la fallida plática original.

Carl Menger y la acción humana. Quizá el aporte que subyace en la economía de Menger sea precisamente, en las palabras de Mises “haber desarrollado una teoría de la acción económica y no de la “no acción” o “equilibrio económico.” La obra “Los principios de economía” de Menger establecen de entrada que la economía se basa en el ser humano en tanto que actor creativo y protagonista de todos los procesos y eventos sociales. El hombre no diseña lo que no conoce si no que tropieza por decirlo así por casualidad con instituciones como el idioma, la moneda, el intercambio, que otros han creado por considerarlas beneficiosas. Propone así Menger al acervo humano, una teoría sobre el surgimiento espontáneo y evolutivo de todas las instituciones sociales como producto del acuerdo y de sus beneficios. 

Carl Menger y la producción. Habiendo descartado la existencia de entidades objetivas que tienen valor en si o que piensan y deciden como clases sociales, factores materiales, cantidad de trabajo, entre otros, propuso otra visión para concebir aspectos prácticos como la producción y la distribución de lo producido. Menger formuló la distinción entre “bienes de primer orden” que equivalen a los bienes de consumo. Para obtener estos es necesario haber pasado anteriormente por la producción de otros bienes que llamó “de orden superior,” los cuales sirven para producir los bienes de consumo. En el ámbito de la lógica, conforme a la utilidad subjetiva del actor, se dispondrá a alcanzar el fin propuesto, según el valor subjetivo que tenga para el. En el ámbito practico, los bienes mas alejados a los de consumo corresponden a una serie de etapas intermedias que el actor lleva a cabo hasta culminar el bien de consumo que se propuso.

Carl Menger y comprar-vender. Los individuos al actuar en general o al comprar y vender responden al deseo de alcanzar unos fines predeterminados. Lo harán porque resulta importante pare ellos. Operan según valoraciones que llamamos subjetivas que el comprador-vendedor da a su fin. Ese fin se alcanza por medio de aquello que compra o vende, en tanto lo estima una manera adecuada de alcanzar su fin. Lo que obtiene como resultado de esa acción es la utilidad o beneficio de su acción. Los individuos al intercambiar tienen valoraciones subjetivas dispares, ambos consideran mas valioso lo que dan que lo que reciben. Eso hace posible el intercambio.
 
Carl Menger y los precios. Los precios no se forman por la cantidad de trabajo puesta en ellos o por el predeterminado capricho de su fabricante o vendedor. Los precios se forman en atención a lo que la gente esta dispuesta a pagar por algo. Según Menger hay bienes libres y bienes económicos. Son libres los bienes por los que no estamos dispuestos a pagar (el aire, el agua y otros). Los bienes por los que pagamos lo hacemos según su escasez y necesidad. Hay cosas escasas pero sin valor, ergo innecesarias.

Carl Menger y la sociedad. Si bien Menger le restó importancia a las colectividades, que no piensan ni deciden, ni se pueden definir aparte de los individuos, y también a los entes agregados precisables cuantitativamente pero a no nivel cualitativo, nos dio una manera de interpretarlos sin negarlos. La manera es el impacto que tiene la acción de una persona más, un bien más o una dosis extra sobre el resto, esa interpretación se llama la utilidad marginal, distinguiendo entre todo lo que ya existe o se tiene y la generación del nuevo valor de cada unidad extra al margen de lo anterior. Además proveyó una manera de interpretar el impacto de la escasez y la necesidad cosa que explica la valoración del bien, así como la utilidad o bienestar de esa aportación extra en el marco del resto de bienes o aportes a la producción. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

El reciente milagro económico de la humanidad parte I


¿Por qué hemos optado por posturas distintas a las que generalmente se usan para explicar la revolución industrial?  Revisándolas una a una, el ahorro weberiano, que consume poco, era en Inglaterra menor al promedio de Europa.  Fue Schumpeter quien dijo que atribuir al ahorro la revolución industrial era como atribuirle al alfabeto las obras de Shakespeare. Yo aclararía que no se trata del ahorro “por si solo.”

Tampoco se debe a la “ambición personal” producto de producir mucho para tener mas. Los católicos, generalmente se cree son menos ambiciosos que los protestantes, pero en Europa parecen haber sido igualmente exitosos que los protestantes, en Ámsterdam, en donde eran una tercera parte de la población y al norte de Italia. El factor de la codicia no parece tampoco ser importante.

La “acumulación de Capital” de Marx tampoco puede ser la causa en tanto este se debe usar en tiempo en el que se obtiene, de otra manera, esperar un cambio de época lo deprecia. No puede ponerse a esperar a la acumulación, que pase la piratería y llegue la cooperación para usarla.

Otros factores mas probables, pero considerados por si solos, tampoco pueden ser considerado factor clave, sea el transporte, la división del trabajo, la asignación de recursos de la agricultura a la industria, o ciertos recursos como el petróleo, el oro, el carbón, en tanto eran sustituibles y aun transportables cuando se requiriesen. O el intercambio internacional, por si solo, tampoco puede ser “la piedra filosofal” en tanto había sido grandemente practicado antes de la revolución industrial.

Los escases y la necesidad, el clima y factores étnicos tampoco pueden invocarse, por si solos, como causas de la revolución industrial en tanto ahora el desarrollo también se ha dado entre grupos humanos muy diferentes en circunstancias y recursos a  los nórdicos europeos.  Si Australia, Singapur, Hong Kong, Malasia y ahora  Chile y Perú manifiestan que es posible crecer a ritmos que tienden al 10% anual, los argumentos anteriores se desploman.

Finalmente, contra McCloskey, la inventiva humana tampoco pueden ser, por si sola, la causa de la revolución industrial en tanto los hombres son inteligentes y en muchos casos libres e innovadores pero sus países siguen siendo pobres. De modo que, aun los valores y la libertad, tan poderosos como son, por si solos, tampoco pueden ser la causa de la revolución industrial. Parodiando a Schumpeter diríamos “es como decir que los arbitrariedades de una persona o las células de su cerebro produjeron el mercado.”

El crecimiento económico es un fenómeno de los últimos doscientos años que consiste en una feliz mezcla entre los hábitos del corazón, la situación política y la concomitante libertad individual, la innovación y, en particular, el descubrimiento del intercambio y de la división del trabajo. ¿De donde nace esta visión? Los hombres libres, innovadores que intercambian no son un fenómeno cuantitativo ni material. Es decir, son un fenómeno “espiritual” más que económico. “Es parte de todo un complejo de rituales morales, costumbres con la fuerza de leyes y el peso de la santidad” (Clifford y Geertz, citados por McCloskey).

Los desordenes sociales fincados en el egocentrismo y la ingratitud, las guerras y las intervenciones estatales (los vicios, las idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas y disensiones) de los años 1914-1950 produjeron reducción en el crecimiento lo cual se hizo mas evidente en los países mas desarrollados.

lunes, 10 de septiembre de 2012

El reciente milagro económico de la humanidad parte II


Esta es una hipótesis acerca del aumento de los ingresos en occidente. Aumentar ingresos se traduce a mejor calidad de vida y siempre va de la mano de la libertad y la innovación que toca diversas áreas que el hombre tiene a su disposición. Fue hasta en el siglo XVIII que los hombres empezaron a hablar del intercambio y a teorizar sobre las ventajas de producir vender e intercambiar. Los datos economicos vienen de la economista e historiadora Deidre McCloskey.

Si el crecimiento hubiese dependido de la cuantía de recursos, de la cantidad de trabajo y de la acumulación de capital, la revolución industrial hubiese sucedido mucho antes. ¿Por qué tardó tanto en aparecer? Porque los hombres libres, innovadores que intercambian no son un fenómeno cuantitativo ni material, son un fenómeno “espiritual” más que económico. ¿A qué nos referimos?

Aquí sugerimos que son las ideas las que produjeron el surgimiento del mundo moderno. El crecimiento empezó primero en la región noroccidental de Europa, guiado por Inglaterra y Holanda durante al final del siglo XVIII. Inglaterra creció de 3 dólares diarios a 16 veces ese ingreso, es decir 48 dólares en alimentos, salud, educación y enseres de 1800 al presente. Luego siguieron otros países en el siglo XIX como, Estados Unidos, con gran crecimiento. 

Es decir, el crecimiento económico no sucedió en los últimos 500, 100 o 10 siglos. Es un acontecimiento reciente producto de una mezcla feliz entre los hábitos del corazón, la situación política, la libertad y la innovación y en particular el descubrimiento del intercambio y de la división del trabajo. Este es un fenómeno de los últimos doscientos años que nos permite comprender cómo es que dejaron los hombres la vida de subsistencia que equivalía a lo que se puede consumir con apenas 3 dólares diarios, unos 1,100 dólares anuales a precios del 2010.

Este mundo no es una extensión de la deidad como creían los griegos. Fue puesto bajo el cuidado del hombre para su desarrollo, para generar bienestar y riqueza. La riqueza no es una acrecencia defectuosa del trabajo, es el resultado natural de producir con responsabilidad. Por eso las virtudes cristianas incluyen no solo “virtudes suaves,” la fe la esperanza y el amor. También incluye las “virtudes duras,” la templanza, la paciencia y el autocontrol. Todas bajo el acápite muy secular de respeto al projimo, o responsabilidad. La nobleza obliga, es la máxima del hombre que se exige mas a si mismo que a los demás.

Si señalamos ideales como la libertad y la innovación se debe notar también que ellas se fundamentan en valores tales como la fe, la esperanza y el amor con su fruto: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, que funcionan como formadores del carácter libre y responsable del hombre moderno. Los éxitos se deben a los valores así como los fracasos económicos son resultado de las obras del egocentrismo y la ingratitud: los vicios, las idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas y disensiones. La cooperación social vs. la desorganización social, la guerra y la intervención estatal.

Durante la edad media, en nadie descansan mejor los hábitos del corazón, la capacidad de usar la situación política, la libertad y la innovación y en particular el descubrimiento del intercambio y de la división del trabajo, que en la clase media de la época, aquellos que no son ni pobres, ni nobles sino emprendedores, conocidos como burgueses, los habitantes de los burgos o ciudades amuralladas. Es decir, son los habitantes de las zonas residenciales que viven ahí precisamente por su habilidad para crear riqueza.   

Un punto mas es que la libertad política o social se mide siempre frente al Estado y los emprendedores son hombres que tienen la libertad para generar empleo distinto al del gobierno. Por eso apelamos a la innovación, la capacidad de “destruir creativamente,” y  superar lo existente, como factor fundamental para generar empleo. Esto esta atado a un ecosistema institucional que toma bona fide la propuesta del burgués: Si ustedes me permiten la libertad de innovar y de generar empleo, al cabo de tres generaciones yo les hago ricos (McCloskey).  Esa propuesta se evidencia en Ford, Rockefeller, Jobs y Gates.

McCloeskey dice que ese cambio se dio gracias a un cambio de retórica sobre el aspecto económico (no es un cambio en la teoría). Mientras tanto, la política seguirá esperando un cambio de reglas para quitar los privilegios que ahora asfixian a los guatemaltecos. De modo que esta posición preconiza la abolición de todos los privilegios, especialmente los constitucionales dados a grupos de interés, entidades educativas, asociaciones políticas, sindicatos, gremios productores y grupos de defensa de “derechos y conquistas sociales.” La única igualdad que es válida en esta visión es la igualdad de todos ante la ley.   

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Los principios económicos --otra aplicación--


A.      Todo es escaso, menos la tinta para imprimir dinero
B.      Escoger y priorizar, es innecesario porque de esa imprenta obtenemos fabricas, tecnología y empleo
C.    El costo de oportunidad, el sacrificio de no tener una cosa para obtener otra es innecesario pues con los millones del gobierno podemos obtenerlo todo.
D.      Las decisiones al margen, ¿por que escoger entre el pan y el diamante cuando podemos tener todo el pan y todos los diamantes? Realmente aumentar insumos y aumentar costos individuales no tiene impacto económico por eso la microeconomía no se relaciona con la macro.
E.       Los incentivos importan, no tanto las instituciones; ni las ideas. Las políticas públicas, son más importantes porque reflejan las buenas intenciones
F.       El intercambio es siempre mutuamente beneficioso, bueno, excepto en el mercado en donde es sospechoso
G.     La asignación de los recursos por medio del sistema de precios. Si tiene duda consulte los índices de precios aprobados por el ministerio de economía.
H.     El papel del gobierno, asegurar que el mercado este “bien organizado”.
I.        El estándar de vida depende de la productividad, excepto cuando el gobierno tiene jugosos programas sociales (producto de la imprenta, vea A)
J.        La libertad de producir, de precios y de tener ganancias, produce competencia, es preferible proteger mis productos y mi mercado frente a la competencia.

Si las explicaciones para estos puntos no te suenan bien, me alegra, hay esperanzas para ti.